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Capítulo 19.


POV. Taemin

Lo que iban a ser meses aquí en Japón se convirtieron en dos años. Por suerte me estaba yendo muy bien en todo lo que comenzaba a construir como carrera.

Por si se lo preguntan, aun me llevo con Kibum. En estos dos años aún seguimos en comunicación, pero no ha podido viajar por su agenda ocupada, al igual que la mía. Si fuera por mí, ahora mismo agarro mi valija y me voy a Seúl, pero no todo es posible cuando tienes un contrato que cumplir.

La convivencia no se había hecho tan difícil ya que por suerte mi familia estuvo viajando constantemente para cuidarme y mimarme. Además, que me acompañaron bastante en el proceso de volverme "conocido", aunque no lo crean no es para nada fácil comenzar a hacerse conocido y escuchar tantos rumores, ver como averiguan toda tu vida en un segundo y como te quieren meter peleas con otros bailarines. Fue toda una guerra al principio, se lucha por el contrato y por el trabajo en sí, pero por suerte el trabajo duro tuvo su recompensa y ahora trabajo cómodamente, con la compañía que ya me conoce, con gente de mucha confianza y por suerte con personas que me quieren ver bien y no solo por beneficio.

-¡TAEMINNIE! –me llamó mi madre. -¡YA NOS VAMOS! –gritó y un sentimiento de tristeza me invadió, rayos, nunca me acostumbraría a las despedidas.

-Ohh madre. No puedo creer que ya se vayan. –la abracé y a los segundos vino mi padre rodeándonos con sus fuertes brazos, uniéndose al abrazo.

-No llores, Taeminnie, ya te tendrías que ir acostumbrando. –dijo él y yo le medio pegué en el estómago.

-No seas cruel cariño, es nuestro niño después de todo. –ella apoyó su cabeza en mi pecho y se quedó allí por un momento, haciendo cerrar mis ojos.

-Pero te tenemos una sorpresa. –apenas escuché eso venir de mi padre, abrí mis ojos alejando un poco a mi madre para mirarlo fijo.

-¿Qué dices? –él rió.

-Te enterarás cuando nos vayamos.

-¿Osea ahora? –alcé una ceja y ellos rieron negando.

-Si, impaciente, sí. –me regaño mi madre, revolviéndome el cabello. Pasaron las maletas a la puerta y me miraron con melancolía. –No te pongas muy feliz que pronto nos vas a tener aquí de nuevo.

-No me puedo poner feliz si ustedes se van y lo saben. –ellos rieron sabiendo lo muy familiero que era y me abrazaron.

-Bueno, aguántenme un rato que voy a fijarme si vino el taxi asi vamos subiendo las maletas. –avisó mi padre y lo vimos salir por la puerta.

-Cuídense mucho, de verdad. –miré a mi madre y ella sonrió, abrazándome.

-Pareces el abuelo diciendo eso. Como cambian las cosas con el tiempo. –yo reí y acaricié su rubio cabello para después escuchar como tocaban la puerta.

-Agh, se habrá olvidado algo. –dije, refiriéndome a mi padre. Me separé de mi madre y al instante abrí la puerta llevándome una gran sorpresa.

-¡SORPRESA! –oí una voz conocida y me lagrimearon los ojos al instante.

-¡AAAAAA! –grité emocionado, lanzándome encima de Kibum, abrazándolo con todas mis fuerzas, levantándolo del suelo para comenzar a girar con él en mis brazos, escuchando sus escandalosos y extrañables gritos.

No quiero que me gustes. [JONGTAE]Where stories live. Discover now