"Se negaba a admitirlo, pero en el fondo sabía que ella era su Tua Cantante. Tal vez no significara alma gemela, pero en el instante en que la conoció, su corazón, antes silencioso, comenzó a latir con un ritmo que creía haber olvidado."
• Imaginas...
Me encontraba dentro de la casa, revisando que no hubiera desorden alguno por los vampiros que se encontraban allí.
Después de un tiempo, me moví a la terraza, quería sentir el aire moviendo mi cabello como solía hacerlo cuando era humana.
Veo que llegan unos vampiros con una vestimenta que luce muy rara para que sean vampiros cercanos a nosotros.
Un chico se acerca frente a Renesmee, la cual le pone la mano en la mejilla y al pasar poco tiempo, él toma su mano y mueve la de él para que saliera un pequeño remolino de tierra, maravillándome.
Era la cosa más hermosa que había visto en docenas de años.
Él sonríe a la pequeña y luego voltea a sus espaldas y me mira. Ambos nos miramos fijamente, haciendo que yo usara mi don, el cual era el de controlar la naturaleza.
Junté mi dedo índice y medio y moví mis dedos. Una flor llegó hacia mi, la miro y la mando hacia al vampiro como si estuviera lanzándole un beso, el sonríe grandemente y la toma.
Creo que me había enamorado y no puedo cambiar esto.
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