I hate it, but it suits you |Jikook|

I hate it, but it suits you

[Jungkook]

Un escalofrío me recorre la espalda, las lágrimas que caen por mis mejillas se empiezan a enfriar por el viento helado que sopla fuertemente, me encuentro en la azotea del dormitorio que ya no es más ese pequeño apartamento en el centro de Seúl, sino un gran apartamento semejante a una mansión con seguridad privada y todo lo que logramos tras arduo trabajo.

El humo deja sus pulmones mientras toso un poco, las lágrimas caen como cascada y mis hombros se mueven violentamente, no me gusta llorar pero no puedo más, me ahogo con el humo, con el llanto, el pánico, la desesperación y no puedo respirar.

-¿Kookie?

Otro escalofrío recorre toda mi columna pero esta vez no es por el frío, sino por la voz que me llama, el pánico se expande por mi pecho al girar rápidamente y encontrarme con la figura de quien menos me quisiera encontrar en un momento así Si tan solo fuera Yoongi o Namjoon Hyung pienso.

-Jimin - susurro viéndolo parado en la puerta con los ojos extremadamente abiertos, intento decir algo pero mi boca solo se abre y se cierra, termino simplemente dejando que más lágrimas inunden mis ojos, qué más da explicar algo, es obvio lo que estoy haciendo.

Jimin se acerca con los ojos fijos en el cigarro que sostengo, y de algún modo intento esconderlo para ahorrarme más vergüenza pero no me muevo. Él se sienta junto a mí en unas sillas y acerca su mano a la mía tomando el cigarro, arrugo mi frente sin saber lo que hace hasta que acerca el cigarro a su boca y tomar una profunda calada llenando sus pulmones, Hyung me ve fijamente sin ninguna expresión, yo en cambio sigo llorando como si no hubiera mañana.

-¿Fumas Hyung? - mi voz sale gangosa y toso para intentar aclarar mi voz.

Jiminie saca la nube de humo hacia el costado, vuelve a toma otra calada y me regresa el cigarro, lo agarro con los dedos temblorosos y tomo una calada que deja ese amargo sabor en mi boca.

-No muy seguido - Suspira y voltea a verme con una mirada que me estruja el corazón, es una mezcla entre enojo y tristeza -¿Y acaso tú no lo odiabas?

El humo se me atora y sale haciéndome toser fuertemente, la cara me arde de la fuerza en que toso y la vergüenza, Jimin se acerca a mí dando palmadas en mi espalda. Volteo a verlo empezando a calmarme, su cara es de preocupación hasta que dejo de toser y trago saliva para hablar.

-Sí, lo odio - miro el cigarrillo entre mis dedos y lo acerco a mi boca.

Hyung se levanta de su asiento y me arrebata el cigarro para tomar otra calada antes de que pudiera terminar la mía, camina hasta la orilla de la azotea y voltea hacia el cielo, desde donde estoy puedo ver como se le llenan los ojos de lágrimas, toma el cigarro de su boca sin bajar la mirada y su barbilla tiembla como si intentara con todas sus fuerzas no soltarse a llorar. Jimin vuelve a verme y las lágrimas escapan de sus hermosos ojos, las quita con rapidez para después soltar el humo de su boca. En cuanto el humo abandonó su cuerpo tira lo que queda del cigarrillo para correr hacia mí y choca su boca contra la mía, sus labios se aprietan sobre los míos sin moverse y mis ojos vuelven a llenarse con lágrimas, lo tomo del cuello y empiezo a mover mis labios que están resecos, los suyos son suaves y acolchonados. Abro la boca y mete su lengua, sabe a tabaco al igual que la mía pero no me molesta, tal vez odie fumar pero a huyng le sienta bien el sabor.

Tras unos segundos más del beso profundo Jimin se separa lentamente dejando un suave pico en mis labios y coloca su mano en mi cuello, me mira fijamente con una expresión de calidez y la misma tristeza de un rato antes.

- ¿Por qué lo hiciste?

La sangre en mis venas se hela y un frio pesado se posa en mi estómago, ¿De qué habla? ¿El beso? ¿No le gustó? ¿No lo hizo porque me quisiera? Miles de preguntas surgían en mi cabeza mareándome.

-¿Qu-que? Pe-pero tú lo iniciaste - intento mirar a otro lado avergonzado, todavía tengo ganas de llorar.

-¿De qué hablas? - Jimin frunce el ceño y me abraza rápidamente - Me refiero a por qué decidiste fumar de repente, nos has dicho que tu padre fumaba y siempre trataste de que parara, ¿Por qué ahora lo harías tú sabiendo lo malo que es?

Mi cuerpo se relaja un poco, al menos lo del beso no era un problema, me separo un poco de Jimin pero él me sostiene fuertemente, al pensar en mi respuesta vuelvo a sentir el frio en mi interior y el reclamo de Jimin me hace sentir culpa. Vuelvo a separarme de Hyung esta vez tomándolo de la mano antes de que vuelva a abrazarme y lo jalo hasta sentarme en la banca en la que antes estaba sentado.

-Lo que pasa es que... - suspiro profundo antes de continuar para controlar un poco las ganas de llorar pero unas lágrimas están a punto de salir de mis ojos - pensé que ya había superado la tristeza de no estar con mi familia, ya pasaron varios años de no verlos a diario y todos ustedes me ayudaron bastante a no sentir más miedo a estar en un lugar tan alejado de mis padres y mi hermano, pues ustedes son mis hermanos.

Jimin toma mi mano y seca mis lágrimas con la manga de la otra.

-Pe-pero necesitaba volver a sentir e-el aroma que me reco-ordaba a mi padre - el llanto casi no me deja hablar, casi no puedo respirar - y al momento de encender el cigarro no fue suficiente y pensé que si yo fu-fumaba me acercaría a él de algún modo. Sé que es estúpido porque fumar no va hacer que to tenga aquí conmigo y hacerlo es muy malo, esta es la primera vez que lo hago siendo sincero. Pero yo so-solo, yo necesitaba sentirlo conmigo.

Hyung me mira y se hace hacia delante, abrazándome una vez más y susurrando a mi oído.

-Kookie pudiste haberme dicho y hubiéramos hecho algo para que fueras unos días a Busan, no tienes que hacer esto.

-Lo sé Hyung, pero no había posibilidad, en unos días nos vamos a Los Ángeles y ya no había tiempo.

El abrazo se hace menos fuerte y veo a Jimin, dudo en decirle por qué necesitaba apoyo de mi padre, pero con el beso me confirma que no debo temer. Jimin se separa, se pasa la mano por el cabello viéndose estresado.

Antes de que me mueva él se inclina hacia delante y toma del suelo la cajetilla de cigarros junto al encendedor, saca uno y lo enciende entre sus hermosos labios tomando una larga calada.

-¡Oye! - Le digo rápido pero no lo detengo. Él se quita el cigarro y saca el humo hacia arriba.

-Si quieres volver a oler esto o querer probarlo, dime y yo fumaré por ti pero debes prometerme que no lo volverás a hacer Jungkook.

Mi corazón se para un segundo, Jimin haría eso por mí, pero yo no dejaría nunca que se haga daño por algo como esto, no si lo hago por miedo.

-¡No Jimin! - me levanto y le quito el cigarro aplastándolo en el piso. - Solo quería sentirlo cerca porque tenía miedo de que me odiaran, que me odiaras. Quería tener el soporte de mi padre en este momento.

Jimin se ve casi ofendido, se levanta al igual que yo y me vuelve a tomar la mano

-Kookie yo nunca, por ninguna razón te podría odiar ¿Por qué piensas eso?

-Porque... Porque me gustas Hyung, me has gustado desde hace mucho y desde que te has acercado mucho más a mí ya no sé qué hacer para dejar de sentir esto, para ocultarlo. Tenía miedo de que al decírtelo me odiaras o que si las fans se enteraran nos odiaran.

Las lágrimas volvían a llenar mis ojos, pero ya no tenía miedo, solo nervios.

-Jungkook, estas mal - ¿Qué? - ¿acaso no sabes desde hace cuantos años te he amado? Siempre que te molesto o intento llamar tu atención es porque me gustas y pensé en rendirme muchas veces hasta que te acercaste más a mí hace un tiempo. La verdad también me daba mucho miedo confesarlo, pero los demás me ayudaron a darte tiempo para que lo vieras, pero al parecer no lo viste.

Una pequeña sonrisa apareció en los labios de Jimin y me tranquilizó bastante, los dos teníamos lágrimas en los ojos pero sonreíamos. Me acerque un paso al frente y tomé su cuello, acariciando su cabello, mis labios rozaron los suyos y lo besé lento, sin lengua, dejando que nuestros labios se cruzaran con cariño.

-Te amo Jimin, te prometo no fumar pero debes prometerlo igual.

-También te amo Kookie y claro que lo prometo.

Nos separamos y tomo la cajetilla guardándola en mi chaqueta, la guardaría pero no para fumarla. Tomo la mano de Jimin y con una sonrisa volvemos hacia dentro del apartamento, esperando un regaño de Jin Hyung por apestar a cigarro.