Todos estaban de acuerdo en llevarme a conocer a un tal Noah, decían que nos llevaríamos bien, que era de mi estilo, ¿mi estilo? Esta gente apenas sabe como soy y ya me están encasillando en un estilo que no tengo claro ni yo...
Iba pensando en eso cuando llegamos a la clase en la que el tal Noah estaba, sentado en el suelo, escuchando algo y escribiendo, o dibujando, no lograba verlo bien, automáticamente sentí que se me paraba el corazón ¿eso es algo bueno? No se si esto es un sentimiento, y no se si debería consultarlo con alguien de aquí, oh que carajos claro que si.
-Oye, Mindy, ¿sabes que es lo que te está pasando cuando se te para el corazón durante un momento y te cuesta respirar solo por ver a una persona a la que ni siquiera conoces?-susurré mirándola-
-¡¡Oh cielo!! Te gusta alguien, esta claro , ¿puedo saber quien? -me sonrió con una extraña mueca en la cara que no entendí-
-Noah -dije simplemente, como quien saluda a primera hora-
-¿E-ese rarito? Es verdad que es de tu estilo -comenzó a reírse, no entendí por qué, no tenía gracia, no era un comentario conveniente, pero la gente de alrededor también se rió-
-¿No os he dicho ya que la dejéis en paz? Es nueva, darle un respiro, ya nos avisaron que Celeste tenia dificultades para entender las emociones, dejar de comportaros así -Kay hablo en un tono bastante fuerte, que pareció ¿asustar? a los que se reían, pero yo me sentí bien, no sé cómo definirlo, pero me gusto que hablase así de mi, sentí su mano en mi hombro alejándome de ellos y acercándome a Noah-
-Noah, Eh Noah quítate eso -Le dijo quitándole un casco- quiero presentarte a la nueva.
El chico levantó la mirada de lo que quiera que estuviese haciendo sin mucho interés y cuando me vio, pareció que sus ojos rasgados se hacían mas grandes, aunque no se si eso es bueno, yo permanezco mirándole, sintiendo mis latidos demasiado rápidos y la garganta seca, me llamo la atención su pelo, lo llevaba teñido, de azul como yo, le sonreí al ver eso y entonces hablé intentando sonar coherente.
-Hola, soy Celeste, la nueva -me presenté sintiendo una especie de cosquilleo en el estómago cuando el contestó-
-Ey, soy Noah, encantado -me tendió la mano y yo me quede mirando algo confundida- ¿eh? Oh, tu eres esa que no entendía las emociones ¿verdad? Si te doy la mano así, tu la sostienes, como un saludo -agarró mi mano con una delicadeza que hizo que algo dentro de mi subiera la temperatura y entrelazó nuestras manos- Justo así -mostró una sonrisa, que me pareció demasiado bonita y yo le devolví la sonrisa- por cierto me gusta tu pelo -sonrió de lado-
-Gracias, a mi también me... gusta, tu pelo -sonreí levemente y me senté a su lado- ¿que estabas haciendo? -pregunté mirando su cuaderno-
-Bueno yo ya me voy, os dejo que os conozcáis mejor -Dijo Kay marchándose con una mueca en el rostro- Noah, trátala bien -Le señaló con un dedo entrecerrando los ojos, lo cual le hizo reír, me gustó ese sonido, su risa era bonita--Estaba intentando terminar un dibujo, esta costándome más de lo que esperaba, normalmente en un par de horas lo tengo hecho, pero ahora... -Me miró sonriendo- no tengo inspiración no siento nada cuando lo veo...
-Dejame verlo, igual puedo ayudarte en algo -no tengo ni idea de porque le he dicho eso, algo dentro de mi quiere ayudarle...-
-Claro -me tendió el dibujo y yo lo miré, al verlo senti algo, algo que no entendía pero me hizo sonreir-
-Bueno, ¿que te parece?-preguntó Noah jugando con el lapiz entre sus dedos-
-Me encanta -las palabras salieron solas de mi boca, algo en mi me hizo contarle lo que aquel dibujo de una especie de bosque, me hacía ¿sentir?- Es relajante e inquietante al mismo tiempo, no se si esas son las palabras adecuadas pero al principio me eriza la piel, me pongo ¿tensa? y tras mirarlo un poco, parece que mi cuerpo se relaja.
Noah me miró con la boca abierta, sigo sin entender si es algo bueno, luego sonrió y volvió a mirar el dibujo sin dejar de sonreir
-Vaya, te expresas muy bien cuando quieres, me caes bien, seamos amigos -me tendió la mano de nuevo y esta vez yo la sostuve sonriendole de vuelta-
-Me gusta que seas tu mi primer amigo.
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El cielo de Celeste
FantasyCeleste, 17 años, jamás ha entendido del todo los sentimientos ni como expresarlos, vivió los primeros años de su vida en un horfanato y a los 6 años la señora May, su tutora legal, la sacó de allí para llevarla a vivir a una enorme mansión en la cr...