Acabo de ver el lado malo de las cosas, él lado que insistimos en no ver, que preferimos esconderlo en una caja en el desván, lo que nunca nos cuentan, el oscuro, el frío.
Y ya no hay vuelta atrás.
Es como si se hubiera comido mis entrañas y hubiera dejado mi interior vacío, solo carne y huesos, nada dentro, no siento nada, las cosas que me ilusionaban casi no tienen importancia para mi.
Todo es azul-negro, hace mucho tiempo que no había llegado a este nivel de tristeza desde hace mucho. Es como si todo se estuviera desmoronando poco a poco, como si hubiera intentado mantenerlo todo unido y al final se ha roto de la peor manera posible y ahora los trozos son tan pequeños que no puedo recogerlos.
Estoy perdido y no se si podré encontrarme esta vez.