Bajo las sábanas - Capítulo II

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A diferencia de otras noches hoy hace frío y la luna está ausente, lo que hace todo completamente diferente pues aún sin la luna no me siento perdida, sola. Sé que aún si duermes mientras yo escribo esto estás conmigo y que a pesar de que por las tardes estés ausente, estás, a tus maneras y gracias a ti y a ella es que me siento bien, completa.

Hace algunos cuantos meses quizá, la vida era totalmente diferente, mi vida, tu vida. 

Yo a pesar de "tener" a alguien no tenía nada, únicamente a ella y después llegaste para cambiar en tan poco tiempo todos los aspectos de mi vida y ahora estamos aquí, bajo las mismas sábanas, tu dormido y yo escribiendo como cada noche cuando la luna se pone en la cumbre del cielo y me recuerda lo mucho que soy feliz, pues elegí el camino correcto al elegirte a ti.

Y esto es como cada noche y de igual manera ningún acontecimiento, ni la rutina me ha hecho cambiar lo que veo, lo que siento, pues si así pasaran cien días, cien segundos, mi amor por ti seguiría intacto e incluso más puro y fuerte que aquella noche que decidí dejar todo por elegirte. Y soy feliz, pues ahora puedo verte mientras duermes y escribir poemas de miles de letras que hablen de la belleza de la noche y de ti, pero que solo es bella porque estas tú.

Y veo el cielo, veo al alma de la naturaleza y como siempre termino levantándome de la cama y acto seguido te enrrollas en las sábanas y despiertas sonriendo, pronuncias entre un airoso suspiro las palabras "vuelve a la cama" y solo respondo "tomaré agua", y camino hacia la pequeña jarra de cristal que colocaste sobre la mesita de noche color caoba que se encuentra frente a la cama, y serví en el mismo vaso de siempre. 

Caminé hacía el mismo lugar, hacía el mismo balcón y me observas, aunque crees que no lo noto, lo haces, pues desde ese día que escapé contigo, siempre te ha preocupado que decida regresar.

Pero cariño, aún si por las noches escribo y miro al cielo no es porque quiera volver o escaparme de ti, de ser así hace mucho tiempo te habría dejado, pero esto lo hago para agradecerle noche tras noche a la luna, por haberme hablado de ti y decirme que encontraría al amor de mi vida de la manera más oportunamente inoportuna y que me hablaría de la noche y sus ojos me robarían el sueño y le gustaría que escribiera poemas sin sentido así fuese de día o de noche.

Ahora te acercas a mí como de costumbre y sin saber que pienso callas, pues como cada noche mueres por hacer la pregunta pero te reservas pues temes que mi respuesta te mate al instante, pero jamás será así, pues la noche en la que esa pregunta salga de tus labios lo único que haré para responderte será volver contigo a la cama y sentirme tuya nuevamente, bajo las sábanas y recordarte aún más que te amo y que estoy dispuesta a dejar lo que sea necesario para estar a tu lado. Y cada que pienso esto, la luna sonríe a mis ojos y escribe en sus labios que he aprendido del amor.

Tomás mi mano e interrumpes mi mente, "volvamos a la cama" y camino tomada de ti y guiada de la misma manera, por el hombre que roba algo más que mis sueños y que hace que me pierda tras su caminar debido a su altura.

Ahora solo queda volver a la cama para poder verte descansar y volver a escribir de ti en escenarios distintos.

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