Una semidiosa en Hogwarts

Captura la bandera

Regresé al campamento con toda la rapidez que pude.

Ya había pasado el desayuno, Nico estaría entrenando con Will.

Comencé a buscarlos por el campamento. Al cabo de un rato de búsqueda, me dí cuenta de que hoy había una captura la bandera en el bosque.

Negué la cabeza y me dirijí hacia allí.

-¡Violet! - oí que chillaba una voz; distinguí que era Clarisse, hija de Ares.

-¡Nico! - le contestaba otra voz; la de Annabeth, hija de Atenea.

-La cabaña de Hades va junta... - escuché que protestaba mi hermano.

-Vale, yo me quedó a Zeus y Poseidón y tú te quedas a Hades - decía Clarisse.

-No es justo que tu te quedes con dos cabañas y yo con una.

-¿Quieres ir con tu novio? - la voz de la hija de Ares sonaba burlona.

-No es por eso... - trató de explicar Annabeth.

-Entonces yo me quedo con Poseidón, Zeus, Apolo, Hermes, Némesis... - y siguió nombrando a las cabañas de su equipo.

Trás una larga negociación se pusieron de acuerdo, a la cabaña de Hades nos tocó con la de Atenea, Niké, Hefesto, Dionisio, Hécate... y algunas más.

Según nos dividimos en los dos equipos, me acerqué a Nico.

-Nico - le llamé, él se giró hacia mi - acabo de ver a Hades.

A él se le frunció el ceño.

-¿Qué te dijo?

-Que mi vida cambiaría mañana.

-¿Nada más? - preguntó con confusión.

Negué con la cabeza.

De repente sonó un cuerno.

-Hay que empezar - comentó mi hermano - hablamos después, ¿vale?

-De acuerdo.

Él se alejó, yo me quedé protegiendo la bandera.

Noté unos pesados pasos cerca y saqué mi espada.

Me dí cuenta de que lo que venía hacia mí era... ¡toda la cabaña de Ares!

Parecían el ejército espartano.

Las rodillas comenzaron a temblarme, tuve que alejar todos los pensamientos de mi mente para centrarme en el combate.

Me separé un poco de la bandera y empecé a concentrarme en mis poderes como hija de Hades.

Cada vez estaban más cerca... No me daba tiempo...

Sentía que había una manera de ganarles... Me dejé guiar por mi mente...

De repente, desaparecieron.

Yo estaba anonadada.

Un par de minutos después, oí el cuerno. Habíamos ganado.

-Asombroso - murmuró una voz detrás mía, una voz divina.

-¿Hécate? - pregunté con confusión.

Asintió con la cabeza.

-No hables con nadie de lo que acaba de ocurrir, con nadie - me ordenó - Mañana vendré a hablar contigo de asuntos familiares, es algo importante. Hasta entonces, disfruta de tu estancia en el campamento.

-¿Qué va a ocurrir mañana? - le pregunté con firmeza.

Ella esbozó una pequeña sonrisa.

-Nada malo, no es nada malo.

Aparté la vista mientras ella se transformaba en energía pura.

Cada vez estaba más confusa. ¿Qué ocurría? ¿Qué iba a suceder mañana? ¿Por qué tanto Hades como Hécate habían hablado conmigo sobre algo que iba a pasar?

Observé que mi equipo estaba celebrando la victoria. Traté de apartar los pensamientos de mi mente y me dirijí a festejarlo con ellos.