El Universo no local

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Nota: Expondré aquí algunas de las respuestas de la ciencia actual a esos misterios, desde mis limitadísimos conocimientos, más que nada por ordenar mis ideas, pero también para dar pie al debate si parece conveniente. A veces expondré mi propio punto de vista, sobre todo cuando se trate de asuntos no solventados científicamente aún. Trataré, también, temas compartidos con la religión y la filosofía.

Es cierto que saber si vivimos en un mundo de tres dimensiones (cuatro con el tiempo) o de once, como proclama la teoría de las supercuerdas (su extensión M), no va a modificar mucho nuestras sensaciones cuando nos llegue el desamor o nos quedemos sin trabajo o se nos muera un familiar. La vida cotidiana parece bastante alejada de las profundidades científicas. Sin embargo, no puedo dejar de pensar que saber cómo funciona el mundo, cuál es su textura básica, la que nos sostiene y se transmuta en todas las maravillas que vemos macroscópicamente, siempre hará que nuestra vida sea contemplada de manera más rica y valiosa.



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Cuando hablamos de "localidad" refiriéndonos al Universo, lo que queremos decir es que el espacio otorga "localizaciones" diferentes a los objetos. En este sentir común de la gente, el espacio se configura como un medio que separa y distingue una cosa de otra. Para que un objeto determinado influya sobre otro, debe franquear el espacio que los separa y llegar adonde esté localizado ese último objeto. Sea con presencia propia o mediante algún intermediario.

Si tomamos, por ejemplo aquel joven que propinó el puñetazo a Rajoy, está claro que debió acercarse a él para golpearlo, a no ser que se tratase del hombre de goma de los 4 fantásticos. Pudo también franquear el espacio mediante un tirachinas y una piedra o solamente insultarlo haciéndole llegar una serie de ondas sonoras hasta su oreja. Cada uno de ustedes puede imaginar otras formas de acercamiento mientras más hirientes, mejor.

Bien, a esta propiedad de nuestro universo se le llama "localidad". Una cosa que contravendría la localidad sería herir a alguien clavando alfileres en un muñeco con algo de pelo de la víctima. Pero no creemos en estas cosas.

Sin embargo, en circunstancias adecuadas, el universo se revela también como "no local". Esto quiere decir que el mundo funciona, asimismo, con vínculos a distancia, con influencias instantáneas entre objetos separados por una gran cantidad de espacio, incluso cientos, miles de años luz. Dicho espacio es obviado, saltado, como si no existiese y un objeto puede recibir influencia de otro sin que nada viaje entre ellos, aunque no haya tiempo material para que llegue cualquier comunicación de uno a otro. Es decir, el espacio interpuesto, por grande que sea, no asegura que dos cosas estén separadas: nuestro universo es no local.

Estos resultados están asegurados por la mecánica cuántica y han sido comprobados experimentalmente. Se pueden tomar dos partículas con un origen común, por ejemplo procedentes de la desintegración de otra, que salgan despedidas en direcciones opuestas con la misma velocidad. Si, cuando hay una gran separación entre ellas, se opera sobre una, se advierte que, instantáneamente, la otra sufre la misma transformación. No son independientes ni actuarán de forma autónoma aunque cada una esté en un extremo del universo (se dice que están "entrelazadas"). Su origen común establece un vínculo radical y fundamental entre ellas. Realmente siguen formando parte de un mismo sistema físico, una sola entidad. Cualquier cambio en una de las partes afecta a la unidad entera. Se podría objetar que se viola el límite de la velocidad de la luz, pero eso no sucede porque en realidad no hay nada que viaje.

Es evidente que esto rompe muchos de nuestros esquemas, pero así funciona el Universo: en determinadas circunstancias, debemos considerarlo como NO LOCAL.

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