Dahmo [Noche de Amigas]

Fin: "Era cuestión de caer."

-Momo. -dijo en apenas un susurro volviendo a tomar mi mano. 

Yo que tenía la mirada hacia el suelo, el vacío, la nada misma; la levanté para encontrarme con sus ojos que ,de cierta forma, estaban rogando que me acercara. 

No respondí. El momento estaba tenso. Había empezado a respirar más de prisa y también Dahyun. 

Me mordí el labio inferior y los humedecí. Tenía la boca seca. 

Tomé de nuevo la mano de Dahyun y dí un tirón, acercándola un poco hacía mi. Coloqué mi mano derecha sobre su mejilla. Ella desvió la mirada y ladeo la cabeza hacia el mismo lado. 

El gesto provocó otra corriente de energía en mi cuerpo. 

-Todo este tiempo... -empezó a decir pero la callé son un siseo. 

-¿Nunca? ¿Nunca has besado una chica antes? -pregunté. 

Me miró y dijo: -¿Be... Besar una chica? No, no me gusta. 

Sonreí. Que cosas dices, Dahyun. 

-Pasa igual que con la comida, ¿Sabes? -dije y corrí un mechón de su flequillo hacía detrás de su oreja. -¿Como sabes que no te gusta si nunca has probado? 

-Yo... -pero nada continuó. Tragó saliva mientras yo me acercaba más y más. 

Tenía que detenerme. Debía hacerlo. Sabía que al segundo en que tocara sus labios, no habría marcha atrás. Ya no podría superarlo. 

Y estaba segura de que no quería caer en ese pozo que significaba amar a Dahyun, de nuevo. Porque ya no habría salida. 

Pero, ¿Porqué no podía detenerme? 

Mi nariz rozó la suya. Podía sentir como su respiración se mezclaba con la mía. Separé mis labios. Había ansiado ese momento desde la primera vez que supe que lo que sentía por ella era más que una amistad. Habia querido besarla hace años. Había incluso soñado con ese momento y me había dejado llevar a mi misma hacia el deseo a causa de esos sueños. 

Pero no podía. No tenía la voluntad suficiente para no caer. 

-No puedo. -dije y choqué mi frente contra la suya, nuestros labios quedando a centímetros y yo en batalla contra la tentación. 

Cerré mis ojos. 

-Hazlo. -me dijo. -Por favor, Mo.

Negué. 

-Perdóname, no puedo. Caeré otra vez y no puedo dejar que eso me pase. Ademas... -me aparté. -Se que esto significara nada para ti. 

Suspiré profundo, como intentando dejar salir la mezcla de emociones que acababa de sentir.

Y de repente, en menos de un segundo, Dahyun había asentado sus labios contra los míos. Pero, ¿Como? Aún intentaba deducirlo. 

Al parecer había tirado de mi mano hacía ella y su otra mano había pasado de mi mejilla hacia la parte de atrás de mi cuello, por debajo del cabello. Pero el momento en que se acercó y me besó, estaba en blanco. 

Se me erizó la piel y caí en la cuenta de que aún tenía mis ojos abiertos debido a la sorpresa.

Dahyun me seguía besando. Sus labios eran suaves y sabían a fresas. 

Cerré mis ojos y me dejé llevar por el momento. 

Caería, lo sabía. Pero que más daba. La amaba, siempre lo había hecho.

Ahora quizás esta vez, ella caería también. 

-Chiquillas, se les... ¡¡OH RAYOS!! -exclamó Nayeon. 

-- FIN --