A veces no lo puedes evitar, y lo sé. Te hace sentir culpable.
No lo ves, pero es evidente. Existen muchas formas de sentir.
¿Quieres marcharte o te quieres quedar?
Sabes que no voy a hacer nada para que te quedes. Si te vas, voy a hacer lo posible por deshacer las cadenas.
No me hagas sentir culpable. En el túnel en el que he despertado, no hay espacio para ti hoy. No hay espacio y no queda luz para tu sombra.
No tomes mis cosas, no toques mi cuerpo. Soy una bomba sensible al tacto. Mi nombre no es mío y puedes decirme que lo intente, que te lleve de vuelta a la luz del sol.
Querido, el calor se ha ido. Las estrellas no ensombrecen. Un baño lunar es lo que recibirás a cambio de tu voz y mi nombre.
Lo siento. No es lo que quiero decir, es lo que quieres hacer. Sacarte al patio y exponer tus penas.
Hoy no. Vamos, quiero quedarme al fondo y tumbarme junto al oscuro de mí. Sé que no es tiempo, sé que no es bueno. Pero lo bueno se ha quedado dentro de los sueños de ayer.
Anoche vi el pasado. Soy vidente de lo que no hiciste. Estabas oculto y mi vida se sumió en el olvido y la sangre.
Ya lo sabes, ya lo has visto.
Déjame sufrir. No sabes que lo necesito. Conoces mis ojos tan bien como el mar, pero ¿cuándo has visto el interior de la tierra? Es muy oscuro allí.
En lo profundo es donde el demonio se esconde. Déjalo que llore un poco. No quieres despertar a las olas más grandes, no quieres que se detenga en la cima y cubra el sol para siempre.
¿Quieres marcharte o te quieres quedar?
