2 . ༚ ✧

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La muchacha apretó los ojos con fuerza mientras acomodaba (inútilmente) sus brazos, que la cubrían sobre la paleta de su asiento. El ceño fruncido recién formado demostraba lo mucho que le fastidiaba toda su clase en general.

Ella sólo quería otro fin de semana más largo, más solitario, más...

— ¿Estás dormida?

Tranquilo, palabra que ahora no se hacía presente en su vida.

— No, estoy muerta —respondió brusca, a pesar de que sabía perfectamente quien estaba enfrente suyo.

La chica con cabello rosa salmón mostró un sentimiento de dolor en sus ojos, pero no tardó en reemplazarlo con un brillo, proveniente de sus intenciones iniciales. Su sonrisa se distorsionó un poco debido a un par de tartamudeos.

— Oh... bueno. Entonces, ¿Sabes a quién más le gustaría recibir esto? —preguntó sin malicia alguna, enseñando una pequeña bolsa del mismo tono de rosa que la contraria.

Natsuki primero levantó la cabeza, y después todo el cuerpo de forma veloz. Su estómago despertó también con gruñidos.
Por algo había decidido dormir en la hora del almuerzo.

— ... A nadie —dijo avergonzada por completo. Su carácter era pesado, pero quería a Sayori por preocuparse por ella y hacerle el (no pedido) favor de alimentarla... Disculparse le costaba, pero era algo que la otra comprendía.

No tuvo la dignidad de tomarlo por su cuenta, así que la mayor se lo acomodó amablemente; aprovechó que la persona que se sentaba a lado de la pelirrosa estaba ausente y tomó el lugar. Le regaló también otra sonrisa sincera, casi diciéndole que sí tenía permitido comer, y la contraria hizo caso.

Dentro del traste para bentos había una porción de arroz, salchipulpos, verduras, como brócoli, que se negaría a comer (pero que Sayori seguía poniéndole, como insistencia para que tuviera una mejor alimentación) y unos pequeños sándwiches. Ahora su estómago ya no rugía y era feliz.

Minutos pasaron antes de que Natsuki detuviera sus acciones, y aún con las mejillas rellenas, la de moño rojizo jamás le despego la vista de encima. Parecía que intentaba hablar, pero no pronunciaba absolutamente nada.

— Oye, deja de mirarme así y ve directo al grano —le habló poco después de tragar la comida. Sayori pestañeó un poco por la sorpresa, pero agradeció internamente que se diera cuenta.

— De acuerdo, de acuerdo, ahí va... ¿Qué piensas de la chica nueva?

— Ah, ¿Yuri? Me parece... —miró hacia arriba, como si en el techo estuviese la palabra indicada, mientras masticaba— rara, supongo.

— Concuerdo contigo —dijo Sayori soltando unas cuantas risitas. — Aunque me parece muy extraño también el que jamás la hubiésemos visto aquí.

— ¿Estudia aquí?

— El viernes hablamos con ella después de que te fuiste —comentaba curiosa, demostrándolo al tocarse la mejilla con un dedo—. Durante todo su primer año aquí se la pasaba en la biblioteca, nunca salía a pasar tiempo en los pasillos y se iba hasta tarde. Hasta ahora fue que nos dijo que quería cambiar eso, empezando por hacer actividades y unirse a nuestro club —terminó con una sonrisa.

— ¿Entonces la loca no tiene amigos?

— ¡No seas tan cruel! —le reclamó. — Ella simplemente es igual de tímida que tú.

— ¿Yo, tímida? —sonrió, mientras le probaba otra cucharada de ese suave arroz que ahora la ponía de buenas, cambiando muy bien la situación a su conveniencia — Una chica mucho más bajita que ella logró intimidarla, y tú ya ves que no es la única que me tiene miedo.

— Bueno, por eso tampoco tienes amigos.

...

Natsuki simplemente usó el cubierto como catapulta y la pobre Sayori consiguió comida en su cabello.

— Já, un salmón con arroz —mostró una sonrisa ladina ante los lloriqueos de su amiga.

— ¡Perdón, sabes bien que yo no pienso primerooo!

El periodo de receso estaba a poco de acabarse, así que Sayori se levantó y le dijo a su amiga que pasaría al baño. Natsuki asintió en lo que terminaba su comida, quedándose sola.
Miró lo que era su salón, dándose cuenta de que había menos gente de lo habitual, seguramente la cafetería escolar estaba haciendo alguna tontería de "doble porción de postre", o que sabía ella, los suyos eran, por mucho, lo mejores.

Las puertas traseras estaban cerradas en el momento en que volteó la cabeza. Se sentía... extraña.

Vigilada, pero, ¿por qué?

Volvió la vista a su lugar y procedió a guardar y envolver nuevamente las cosas de la pelirrosa.
Qué patética se sentía, hasta ella tiene que llevarle el envase.

"¡Pum!"

Natsuki no había sido la única en precargarse de ese golpe, pero sí la única en levantarse y salir a asomarse por las puertas delanteras.
Cabeza a ambos lados, pero no había absolutamente nadie por el pasillo. Estaba dispuesta a entrar, hasta que, a los pies de las puertas traseras, había algo tirado; salió y se agachó, encontrándose con una pluma... pero no cualquier pluma.

— ¡Nats, ¿no quieres leche de fre- —mientras tanto, Sayori venía emocionada por su reciente descubrimiento en las máquinas expendedoras, hasta que miró la expresión confundida de la otra, después lo que sostenía en su mano, y ahí entendió el por qué— ¿Esa no es tu pluma favorita? La habías perdido hace siglos.

La pelirosada no supo encontrarle explicación, y aún así, Sayori sólo se alegró de que ese objeto decorado con dibujos de cupcakes haya vuelto a su dueña.

Ambas escucharon el sonido de la alarma escolar, pronto sus compañeros arribarían el aula.

— Ya tengo que volver al mío, espero que hayas disfrutado lo que te hice. ¡Tiene todo el esfuerzo del mundo y los otros astros! —recalcó con orgullo, poniéndose una mano sobre el pecho.

Natsuki terminó por correrla del lugar, y volvió a su respectivo asiento, con esa vieja pertenencia que le robaba toda su atención y le causaba intriga...

"Lo siento, pero no me tomare la molestia de buscar al ladrón arrepentido, o quien sea que fuera", sin embargo, también compartía la felicidad de su amiga aunque no lo admitiera; esa pluma es muy bonita, y le sorprendió que aún tuviera tinta, además de estar en buen estado.

La clase sería muy aburrida, como siempre, pero ese detalle le había animado un poco y cambiado el día, ojalá tuviera mas sorpresas así.



















» Lo sé, actualización después de un año. Me convertí en lo que juré destruir.
Como sea, nadie me reclamaba ni extrañaba esta cosa horrible(?), y después de un semestre muy horrible, me encontré las ganas de continuar esto. Ya pronto tendré que darle un desarrollo y planeación de historia y, ah, escribir no es lo mío, pero es bueno.

Gracias por los 1k de visitas, y por seguir votando y guardando esta cosa, en serio, no me lo imaginaba. jsjsjs Nos vemos pronto, o tal vez no. 💕🌸

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⏰ Última actualización: Jul 12, 2019 ⏰

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 ⁎  ⁺˳ ✧ ༚ ❁ Sugar Cube ❁  ✧ ༚ ⁺˳ ⁎ 『DDLC』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora