La tarde llegó tan rápido que hizo que Donghyuck se estresara y quisiera aventar todo por la ventana.
Si fuera por él no iría a la casa de Mark, pero el profesor de química era tan pero tan estricto y si ese proyecto no era entregad quizá amanezcan ambos muertos en la entrada de la institución. Tomó rápidamente un bolso con las cosas necesarias para hacer el trabajo y con pereza salió finalmente de su casa pues ya iba una hora tarde.
. . .
Después de haber caminado treinta largos minutos por fin se encontraba frente a la puerta de la casa de su estúpido mejor amigo, y no había llegado tarde porque su casa estuviera lejos, al contrario, viven muy cerca pero a Donghyuck se le antojó un delicioso capuccino por lo que decidió llegar a una cafetería. Lo habían citado a las cinco y llegó a las siete, puntualidad ante todo Haechan. Ya podía sentir los regaños de Mark en su cara.
Tocó suavemente la puerta y casi al instante fue abierta por un molesto, muy molesto, Mark.
—¿Sabes por cuánto tiempo te he esta-
Ignoré sus palabras y entré a la casa rozando su hombro mientras pasaba por su lado.
Aventé mi bolso a uno de los sofás y en otro me aventé a mi mismo dejando caer mi cansado cuerpo.
Mark soltó un largo suspiro haciéndome soltar una pequeña risa pues realmente estaba molesto.
—Misión numero 3 del día: hacer enojar a Mark.— fingí anotar en mi mano como si fuera una libretita.
—Yah!
El mayor comenzó a perseguirme por toda la sala mientras yo huía desesperadamente. Todo parecía normal, peleas de las que siempre teníamos, hasta que Mark me empujó al sillón y se posicionó encima de mí acorralándome todo se volvió realmente incómodo.
Parecía que él aún no se percataba de lo mal que se veía esa escena y eso me hizo sentir raro, quizás yo era el único pervertido ahí.
—Realmente siento que algún día de estos terminaré asesinándote.— dijo entre carcajadas, por la forma en la que lo dijo no supe si tomarlo como una broma. Aterrador.
Escuché su risa por unos segundos más hasta que no me pude contener más y lo abracé envolviendo mis brazos al rededor de su cuello.
—¿Hyuck?.
—A-ah. —al percatarme de lo que estaba haciendo me separé.— en serio no me gustaría que me asesinaras así que quiero mostrarte qu-que te apreció mucho amigo mío, si, sí e-eso —fingí una horrible sonrisa.
—Con esa fea sonrisa tuya tal vez de verdad termines muerto. —bromeó y se separó yendo a la cocina. Por fin puedo respirar.
. . .
La elaboración del proyecto avanzó como debía y ya llevábamos la mitad del trabajo hecho.
—Bien... el experimento está listo, solo tomaré la foto y terminado. —Mark avisó concentrado en su ocupación.
Asentí.—Entonces yo comenzaré el reporte de una vez.— Tomé una hoja y comencé a escribir.
Ambos estábamos pensando sobre que palabras escribir en el reporte cuando repentinamente el celular de Mark sonó sacando a ambos de nuestros pensamientos.
Lo tomó y revisó quien era la persona que nos había interrumpido, lo silenció en cuanto leyó la pantalla, sin embargo, no pude ver el nombre. Tratamos de refrescar nuestras mentes otra vez y meternos al tema de nuevo pero el celular siguió molestándonos hasta que Mark por fin contestó la llamada.
—¿Qué sucede? —respondió realmente cabreado— Lo siento pero estoy haciendo un proyecto con Hyuck —traté de volver a escribir.— ¿Ahora mismo?.. Bien estoy en camino —eso último hizo devolver mi mirada al mayor.
—Hyuck.. Lo siento, Yeri olvido algunas cosas en la casa de su tía que realmente ocupa ahora mismo y es muy tarde como para que ande sola por las calles así que la iré a acom-
—Vete. —ni siquiera miré a sus ojos cuando dije esas palabras, solo miraba la hoja que tenia frente a mi nariz. Un silencio invadió la habitación y eso me hizo dar cuenta de que sonó muy rudo, además de que sonaba como si lo estuviera echando de su propia casa.— Digo, tú mismo dijiste que es algo que realmente necesita así que apresúrate.
No escuché una respuesta por su parte cuando ya había salido del lugar.
Suspiré. Tenía que terminar todo yo solo. Sentí soledad a los pocos minutos. Y sobre todo ya lo extrañaba.
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true love » markhyuck
Conto"A veces odio cada estúpida palabra que dices, a veces quiero golpearte en toda la cara. Pero no hay nadie como tú, sé la vida sería un asco sin ti. Eres un imbécil, pero te amo. Me haces enfadar tanto que me pregunto a mi mismo ¿por qué sigo aquí...
