Capitulo 13

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Ellen tomo la cámara era una Kodak Six-16. Tenía el flash estroboscópico, que hacía más fácil la fotografía nocturna y con poca luz, aunque en su caso no era necesario. Lucía carcasa más pequeña y tenía más piezas de metal. Así como el típico fuelle de cuero que era extensible y se recogía dentro de la cámara para que estuviese mejor protegida. De forma concienzuda fue haciendo fotos de los proyectiles helados que poco a poco empezaban a diluirse, también tuvo la precaución de tomar constancia de los daños producidos tanto en las paredes como en el resto del lugar por los impactos. Se dispuso a sacar el carrete de la cámara cuando oyó un carraspeo a sus espaldas. Giro la cabeza mientras atraía la cámara hacia ella intentando que no se viese. Ante ella había un hombre tenía porte, elegancia y una sonrisa conquistadora. Unas cuencas azules resplandecían en la habitación. Con paso firme y seguro extendiendo su mano se fue acercando a Ellen. Ella rápidamente saco el carrete sin que Berman lo viera y lo metió dentro de su ropa interior. Se giro completamente nerviosa con la cámara en la mano.

- ¡Oh, perdone si la he asustado!

Ellen se retiró un mechón imaginario de la frente y miro al hombre de forma evasiva. Había algo animal en la postura altanera de sus hombros erguidos y su mirada.

-Soy el agente Berman. Mi compañero me ha enviado para asegurarnos de que todo está bien y usted, sobre todo. Ya viene un equipo para tomar nota de todo lo que hay aquí.

Su voz era como un día de invierno. Fría y heladora. Dubitativa Ellen jugueteo con la cámara como si no supiese que hacer con ella.

-Que estúpida debo parecer. Me he puesto tan nerviosa que me he puesto a recoger.

Berman cogió la cámara dulcemente mientras rozaba ligeramente la mano de la mujer. Ellen sintió cierta electricidad en su cuerpo.

-No, deje que nos encarguemos nosotros. Así puede destruir cualquier pista para detener al maniaco que ha hecho esto.

Mientras decía esto extendió sus brazos mostrando el entorno del atentado. Llevaba la cámara en la mano. Finalmente se acercó a un aparador y la dejo a la vez que daba la espalda a Ellen. Frunció el ceño al abrir disimuladamente levemente la portezuela de la cámara y observar que estaba vacía. Todo esto lo realizo en unos segundos cerciorándose de que la mujer no se daba cuenta de sus sospechas.

-Este sitio no es seguro. Lo mejor es que la lleve a la comisaria. Allí no esta tan expuesta. Aquí no sabemos a qué nos enfrentamos.

- ¿Pero ese homicida ya no está? -dijo Ellen preocupada.

-Creemos que no. Pero quien sabe qué planes tiene una mente enfermiza como esa. No sabemos si actuaba solo.

Berman se puso a su altura y la conmino a abandonar el edificio.

-Quiero que vea unas fotos a ver si con suerte conseguimos algo y después la llevaremos a un piso franco hasta que todo este se tranquilice. Usted tiene información vital para nosotros.

Ellen lo miro a la cara apesadumbrada fijándose en sus atractivas cuencas.

-Información que puede costarme la vida. Para mí no es ninguna motivación estar en este trance.

Después se volvió y de forma obediente se dispuso a salir sorteando los restos caídos de la puerta de entrada que yacían esparcidos como parte de un naufragio. Mientras descendían la escalera vieron que se aproximaba un grupo. A la cabeza de ellos un hombre que tenía el pelo rubio, la boca abierta con la mandíbula inferior muy saliente. A Ellen se le asemejaba a un perro guardián que cuando tuviera un hueso en sus fauces sería imposible quitárselo. Cuando llegaron a juntarse todos se pararon y se miraron expectantes. Detrás Tony Loker, el jefe forense con su equipo.

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⏰ Last updated: May 20, 2018 ⏰

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Jhon Caronte, Detective ZombieWhere stories live. Discover now