Idiota, Te odio.

Capitulo 4

-¿Y como estuvo anoche?- preguntó papá al vernos bajar a Mía y a mí, mentalmente respondí "Bien, solo que casi me matan", había hablado con Mía para que le dijéramos a nuestros padres que volvimos juntas para que no se preocupen y ella acepto.

-Bien, en realidad fue muy aburrido- hablé yo mientras tomaba asiento en uno de los sillones.

-Habla por ti, yo la pase de maravilla- mi hermana, haciendo que mamá la mire divertida.

-¿Cómo se comporto tu hermana?- me preguntó mi mamá haciendo que Mía gruñera.

-No hubo escándalos, ni borracheras, ni locuras- contesté riendo un poco.

-Me parece perfecto, por cierto hoy en la noche nosotros, los adultos, vamos a salir y que ustedes se quedarán, siendo tu la mas responsable, Lousia y  Andrew te dejaron a cargo de Sidney- me informó mi madre y yo solo asentí, en realidad me encantaba cuidar a Sid.

-¿A qué hora saldrán?- preguntó.

-Como a las siete.- respondió después de pensarle un momento.-Ah como se levantaron tarde les guardamos el desayuno, está en el microondas.- agregó y se fue.

Yo revise mi celular y efectivamente eran la doce del medio día.

-¿Porque siempre me trata como a una bebé y a ti como a una adulta?- preguntó mi hermana en tono de reproche.

-Tal vez por que tu eres una niña y yo una adulta.-respondí riendo mientras ambas íbamos a la cocina.

-Solo nos llevamos dos años.

-Te comportas como una bebé.

En respuesta a mi ultimo comentario, Mía me lanzo una mirada asesina haciéndome reír.

-¿Ah si?- preguntó ella enojada y yo asentí divertida- tienes razón me comporto como una bebé por eso haré esto- y no me dio tiempo de reaccionar cuándo tomo un vaso con agua de la mesa y me lanzo el agua haciéndome gritar.

-Mía Rom...- grite pero no termine de pronunciar su segundo nombre porque tome la pequeña manguera del lavabo y le apunte, ella negó la cabeza divertida- Oh si- asentí y encendí la llave pero ella se agachó por lo que el impacto de agua lo recibió la persona que iba entrando en la cocina que no era nada que menos que...Alden.

-¿Qué demonios?- preguntó la ronca voz de Alden mientras se quitaba el agua de la cara,a pesar de lo que había pasado no pude evitar examinarlo y la respuesta siempre era la misma: jodidamente guapo. Al volver de mi trance y entender lo que había hecho reaccione.

-Lo siento tanto, en serio no era mi intención.

Tomé un poco de papel absorbente para intentar secar su camiseta.

-Déjalo.- y me quito el papel de mala gana- En serio que solo saber hacer desastres- dijo y lo mire confundida, hace menos de dos día me dijo era la chica"todo lo hago bien" y ahora soy la chica que hace desastres, eso es un cambio.

-No fue a propósito- susurré.

-Eso lo dudo- y salió el de la cocina. Al voltear me encontré con una Mía que me miraba queriendo reír.

-Esto es tu culpa- acusé señalándola.

-No, no lo es- contraatacó e instantáneamente salió de la cocina, y adivinen quien está en el piso secando el agua derramada en batalla. Mientras limpio mi mente vuelve a Alden ¿Por que es así?, recuerdo que cuándo eramos niños el era divertido y hacía todo para que yo me divirtiera, recuerdo una vez que estábamos en su casa y yo comenté que estaba aburrida, el dijo que lo esperará y a los minutos llego con un bulto de sabanas y almohadas e hicimos el mejor fuerte del mundo, amé ese día.

-¿Porque tienes esas cara de tonta?- preguntó Alden apareciendo por la puerta mientras yo botaba el papel absorbente.

-Pensaba en cuándo eramos niños- dije y juro que se me escapo, mire su cara esperando que se burlará de mi pero no hubo expresión alguna en su rostro.

-Eso es tonto.

-¿Porque?, en lo que a mi respecta fue mi mejor época- sonreí ante tantos recuerdos que cruzaron mi mente.- Eramos buenos amigos.

-Mira, no pienso hacer todo ese rollo nostálgico, todos cambiamos.- se encogió de hombres.

-Si, pero tu simplemente dejaste de hablarme, y creo que merezco saber el porque.- hablé decidida, siempre quise saber porque me dejó de hablar y si este es el momento lo quiero saber, hay algo que siempre digo, no existe el momento indicado porque solo hay una vida y no sabes si volverás a ver a esa persona.

-¿En serio?- preguntó aguantando su risa.

-Si.

-¿Sabes lo ridícula que te ves?

 Yo me limité a darle una mala mirada, está evadiendo mi pregunta.

-No evadas mi pregunta- lo señale acusadoramente y el rodó los ojos- ¿Fue por la muerte de tu madre?- pregunté y creo que me arrepentí de decirlo cuando su rostro se puso rojo y camino hacía a mí.

-Escucha Avery- no pude evitar sonreír un poco al oír como decía mi nombre, tengo un problema- Eramos amigos de niños por que eramos eso, niños, y yo no tenía gustos sociales, ¿Qué si me distancie de ti por la muerte de mi madre?, pues no, solo entendí que eras una caprichosa, superficial y tonta niñita, y ¿Te digo algo más? sigues siéndolo.- concluyó y sentí como la humedad corría por mis mejillas mientras iba corriendo a la habitación.

-Avery- escuche que me llamo pero no di la vuelta, seguí corriendo hasta llegar y cerré con seguro, me recosté en la cama hasta que oí como alguien tocaba la puerta.

-¿Quién?- pregunté secándome las lágrimas.

-Lo siento- escuché su ronca y sexy voz.

-¿Porque eres tan cruel conmigo?- hablé aun con la voz quebrada.

-Lo siento, solo que me moleste, suele ser muy malo cuando me molesto.- dijo el y pude imaginarlo rascando su nuca.

-¿En serio piensas eso de mí?- pregunté nerviosa por la respuesta que podría recibir.

-No, en realidad pienso que eres todo lo contrario, eres inteligente y eres linda- dijo y yo sonreí mientras abría la puerta.

-Abrazo- abriendo mis brazos, el me miro incomodo pero de igual forma me abrazó, aunque no mas de dos segundos, por lo que reí.

-¿Estamos bien?

Yo asentí.