||| Te conocí en un sueño Mágico ||||

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Su cabellera se movía por lo rápido que iba. Estaba solitario el ambiente, y como no lo va estar si ya todos estaban en sus respectivas clases.

Maldecía en su menté el despertador por no haberlo levantado, a penas si pudo comer un poco, no le había dado tiempo de bañarse y no olía muy bien que digamos. Llegó a su salón pero paro en seco y trago grueso enfrente de la puerta, no podía abrir en un solo golpe, justamente le había tocado la clase de química y su profesora siempre iba con humor de ogro.

Suspiro y abrió la puerta robando la atención de todos los que se encontraban dentro. La mujer quien al parecer estaba anotando en la pizarra algún idioma extraño para el, lo miró con el ceño fruncido, aunque siempre lo tiene así.

-vete, no soporto que lleguen tarde y no me vengas con excusas- escupió las palabras en su cara pero al pelirrojo ya se lo esperaba. Y sin ninguna queja se encaminó por los pasillos.

(...)

El pelirrojo respiro profundo, no le gustaba llegar tarde a clases y menos con la ogra de química, siempre se enojaba con el por cualquier cosa. Suspiro, ¿bueno, que va hacer? tiene que aceptar el hecho que ahora lo tratara así.

Alzó la mirada y se quedó viendo las hojas que caían del árbol donde el estaba sentado. Miraba detenidamente el movimiento de estas, como si pudiera encontrar el significado de la vida en esas hojas, se dio una cachetada mentalmente, debe de parecer un idiota viendo detenidamente el caer de las hojas. Sacudió su cabello con su mano, frunciendo el ceño, últimamente se queda viendo cualquier cosa y analizándolo detalladamente. Como si fuese la última vez en que viera algo tan común de toda la vida.

Hecho su cabeza hacia atrás mirando las ramas y hojas de aquel árbol. Cerró los ojos, escuchaba a varias personas hablar y en una de ellas escucho decir alguien:

-oye... ¿no fue él quien golpeó a su amiga?

-si es el, al parecer ella lo rechazó por lo que el se enojo y la estrelló contra la pared.

-que miedo.. es mejor que nos alejemos de el..

El joven estaba ya acostumbrado a que lo tacharan de abusivo, busco en su bolso unos audífonos y su celular. Se los colocó y empezó a escuchar música.

En verdad nunca pensé que ella sería capas a de eso..

Frunció los labios y abrió los ojos, su mirada se volvió decepcionada.

Nunca pensé que mi mejor amiga se me declarará y que me incriminara por haberle hecho tal cosa

Ellos eran inseparables, se conocieron en el primer año del colegio. Ella lo había rescatado de unos matones que constantemente lo golpeaban. En ese momento ella mostró lo fuerte y admirable que puede llegar ser ella, desde ese momento el le dio su respetos y admiración a la chica. Desde ese día siempre estaban juntos, se ayudaban mutuamente.

Al graduarse ellos fueron a la misma universidad. Todo comenzó bien en sea momento, pero luego se tornó raro, su amiga no lo dejaba hablar con otras chicas. Según ella era la única persona con quien el puede hablar, pensó que estaba bromeando en ese asunto. Después constantemente el recibía muchos regalos de parte de ella, como fotos, chocolates, flores y entre muchas otras cosas que no recuerda.

Y bueno, después llegó ese no esperado día de su parte. Ahí es donde todo su mundo se fue de mal en peor, no le importaba si lo llamaban abusivo pero si le hirió demasiado lo que hizo su mejor amiga, qué hora es su ex- amiga, para el era como su hermana que lo protegía o lo sacaba de algún aprieto y jamás la vio de una forma romántica, al contrario, una vez el le dijo que la adoptaría. Después ella se molestó mucho con el y no le hablo por tres días.