Kim Taehyung es el criminal más buscado de Seoul. Su triste pasado le ha convertido en un ser sin sentimientos, un asesino a sueldo contratado por diversas personas que solo buscan deshacerse de otras sin ensuciarse las manos. Sin embargo, una perso...
Llegué a mi apartamento y ordené mis cosas en mi nueva habitación. Cené pronto para ver las noticias, a lo mejor decían algo de la persona que busco. Pero estaba equivocado. No dijeron nada de él o, tal vez, ella.
Eran las 9:00 a.m. cuando la alarma de mi despertador comenzó a sonar. Había quedado con Taehyung a las 10:30 así que, aún tenía tiempo de ducharme.
Cuando terminé de prepararme, eran las 10:23 así que me debía dar prisa si no quería hacer esperar a Taehyung.
Mientras aun llegaba, vi a Taehyung aproximarse por la calle. Llevaba una camisa roja y casi se le podía ver a mil kilómetros de distancia. Perdón, puede que haya exagerado, pero ese rojo llamaba bastante la atención.
-¡HolaJungkook!
-Buenos días. -Le dirigí una pequeña sonrisa de simpatía mientras le saludaba.
-Bueno, ¿entramos? -Él me correspondió la sonrisa. Su sonrisa era muy tierna y sus labios llegaban a formar un rectángulo con ésta. Adorable.
-Yup.
Taehyung abrió la puerta para dejarme pasar. Un gesto cordial de su parte. Parece majo, tengo ganas de conocerle.
Nos sentamos al lado de la ventana y pedimos nuestro desayuno. Taehyung pidió un batido de chocolate y galletas. Yo opté por uno de fresas con plátano.
-Y cuantos años tienes, Jungkook?
-diecin- siete, diecisiete... -En el fondo, no sé porqué quiero disimular tanto y mentir sobre mí. Total, si miento probablemente sea descubierto antes. -¿Y tú?
-Veintiuno. A punto de los veintidós.
-Oh, cuando los cumples?
Los batidos llegaron y los dos le dimos las gracias a la joven al unísono.
-A finales de este mes.
-Que suerte, diciembre es un mes muy bonito... -bebí un poco de mi batido con la pajita.
Cuando lo miré, Taehyung me miraba sonriendo de lado. Cosa que hizo ponerme un poco nervioso porqué no sé si se reía de mí o de lo que había dicho, aunque no hubiese tenido ninguna gracia.
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-Q-Que pasa, ¿porqué me miras de ese modo?
-Perdona, es que me hace gracia la forma en la que bebes tu batido.
Efectivamente, se reía de mí.
-Ah. -No sabia que responderle, me sentí un poco incómodo.
-Perdona, no quería incomodarte.... ¿Y tú cuando los cumples?
-Los cumplí el primer día de septiembre
-Oh pues, felicidades retrasadas.
-Jaja, gracias. Ahora pregúntametúami, Taehyung.
-Hmmm, bien, esto... Jungkook, ¿a qué te dedicas?
-Y-Yo? Ahmm... soy profesor.
-Enserio!? Wow, ¿y que enseñas?
-Soy profesor de educación física.
-Oh, por eso estás tan en forma.
-S-Si será eso... Bueno, ¿y tú Taehyung? ¿A qué te dedicas?
-Soy pintor... y escritor.
-¿Si? ¡Que pasada! ¿Y qué escribes o pintas?
-Pues escribo historias y pinto cuadros.
-Que gracioso...
-Estoy de coña, algún día te invitaré a mi casa y te enseñaré lo que quieras.
-Me encantaría. -Dije con una pequeña sonrisa.
Nos acabamos los batidos y Taehyung los pagó. Me invitó a ir al cine esta tarde pero lo tuve que rechazar porqué tenía cosas que hacer. Básicamente, debía hacer mi trabajo y no exactamente el de educar críos. Debía buscar a ese asesino, pues sólo tenía un mes como máximo para encontrarlo y llevarlo hasta la policía. Y no era tan fácil, era como buscar una aguja en un pajar. No tenia pistas ni direcciones, nada. Nos sabía como lograría apañármelas.
Nos encontrábamos en la salida de la cafetería cuando Taehyung me dijo:
-Puedes llamarmeTae, misamigosmellamanasí. -Volvío a ofrecerme otra de sus características sonrisas.
-¡Está bien, Taehyung! -Los dos nos empezamos a reír en cuanto esas dos últimas palabras salieron de mis labios.
-Hasta otra, Jungkook. -Taehyung se despedía con su mano derecha mientras se alejaba en dirección contraria a la mía. Al cabo de unos segundos, me dirigí a mi apartamento y empezar a investigar.
