Line.

어 ♡

Renjun no entendía porque era tan débil todavía, y es que sí, amaba a Jaemin, pero también amaba a Jeno.

Amaba la manera en que sus perfectos ojos rasgados se posaban en todo su cuerpo.

Amaba la manera tan dulce en que le hablaba, como se derretía con cada palabra.

Amaba la manera en que lo tocaba, como lo poseía con rudeza.

Cosas que Jaemin nunca hacía.

Pero no entendía porque, después dolía tanto.

Jeno gustaba de jugar con su corazón, Jeno gustaba de hacerlo sufrir.

''Esta bien si yo lo hago, pero tu no puedes cruzarla, tu tienes un novio.''

Pero Renjun descubrió que tal vez Jeno se sentía bien por eso, y por eso todo era perfecto a su lado. Posiblemente el saber que salía con alguien ''ya ocupado'' lo hacía sentir fuerte, poderoso, no lo entendía del todo, pero estaba seguro de que así era.

Las lagrimas fluían luego de cada noche, y cuando este empezaba a llorar, Jeno se burlaba en su cara, mientras Renjun por dentro explotaba, le lastimaba demasiado.

Pero luego recibía cálidos abrazos, besitos hasta quedarse dormido.

Sabía que estaba mal, que no debía estar haciendo esto.

Cuando la lengua del pelinegro se paseaba por todo su cuerpo sentía que esta le quemaba, cada embestida que recibía lo llevaba más al fondo de la locura.

Le pedía a Jeno parar, pero nunca le ponía atención a sus palabras, y la verdad él mismo tampoco quería que terminará.

La diferencia estaba en que Renjun quería terminar con Jaemin, ser capaz de cruzar la linea también, poder ser llamado ''el novio de Jeno.''

No podía detenerse, no quería y no iba a hacerlo.

Tal vez en el fondo le gustaba como jugaba con él, tal vez también le hacía feliz eso.

''Deja de verme de esa forma.''

''Deja de hacerme de esta forma.''

''Deja de provocarme y déjame solo.''

Palabras que se formaban en el pecho del chino, pero nunca salían, no se sentían sinceras.

''¿Por qué solo me llamas de noche y de día jamás?''

''¿Por qué sigues huyendo de mí por la mañanas?''

''¿Por qué sigues haciendo todo esto?''

Cada vez más impaciente, cada vez más molesto.

Jeno sabía hacer feliz a Renjun en la cama, mientras Jaemin era quien se encargaba de sacarle sonrisas fuera de esta.

Y mientras nadie más se enterará todo podía seguir de esa forma.

La pregunta era, ¿por qué eso estaba bien?

¿Por qué lastimaba si lo disfrutaba?

Jeno seguiría igual, y estaba bien, Renjun era un masoquista.

Porque era jodidamente doloroso, porque sentir su corazón apretando en su pecho era satisfactorio.

Porque amaba cuando Jaemin le preguntaba de donde eran sus moretones o porque no contestaba por las noches.

Porque amaba a Jeno.

Porque al final le pertenecía a él, y eso nadie iba a cambiarlo.

Porque Renjun siempre lo dejaría cruzar la linea.