My savior

·Actualidad· Él.

-¿Pasa algo pequeña?-pregunté. Su rostro cambió completamente, y me asusté.

Con ella las cosas son más difíciles, cambia de humor por un chiste, o por cosas que no quiero explicar, porque para mi son obvias, mas para ella no. Lo sería si saliera y supiera que hacen y como son los adolecentes de ahora, entendería muchas cosas. Pero ella no quiere, prefiere su mundo en casa.

Muriendo lentamente.

A ella, según investigué, le da diferente, ella no quiere salir, no quiere que la miren. Normalmente las chicas van a grupos de ayuda, sin mas ella se reusa a salir. He visto a muchas en iglesias, centros comerciales y supermercados, pero ella no.

-...Pensé que te gustarían... Me recuerda cuando ibamos al cine y te los compraba... Eran tus favo...

-Recuerdos... ¿Por qué ya no me quieres, Andy?

-¿Qué?- pregunté atonito.

¿Fue mi cabeza o duda de mi amor? Si no la amara no estaría aqui, estaría en un viaje por los lugares mas paradiciacos que me había invitado mi mejor amigo Ash, conociendo chicas y teniendo sexo todos los dias con una diferente.

Antes era así.

Pero la amo, y la respeto, por eso no hago nada de eso.

-¿Me ves fea?

-Amor, no entiendo a lo que te refieres... ¿Fea? Eres la chica más hermosa que he visto en mi vida.

-Andy, ¿Porque me mientes?

***

No me gustaba pelear con ella.
A veces Lincy, una vieja amiga, me repetía reiteradas veces que la deje. Si no lo hacía, yo terminaría devastado. Y no lo haría, seguiría así hasta que ella no de más, hasta que se dense su sangre y comprenda al fin el misterio de la muerte eterna.
Pero no estaba dispuesto a hacerlo. Tampoco a dejarla ir, cada día era una pregunta a la mañana.
¿Como habrá amanecido? ¿Ella morirá? ¿Se mejorará? ¿Cuanto tardará? No lo sé, pero estaba dispuesto a intentarlo.

Ella se llevó mi corazón de una manera en la que no podía recuperarlo jamas, y no me importaba que se lo llevase también a la tumba.

Me lo repito constantemente: perderla. De una manera basicamente "natural" según el médico.
Comenzó a presentar síntomas extraños en casa, incluso recuerdo que le sangro la nariz varias veces, lo que a todos nos sorprendió.
A su madre le duele mucho que ella este así, ¿A que padre le da por divertirse en esa situación? Lo se.
En ese mismo momento, la arrancamos de la cama y la llevamos al hospital, conduje como un loco, pase seis infracciones, pero la vida de mi ángel corría peligro y no me interesaba si debía pasar sobre otros para salvarla.
Que loco me trae.

-Todo estará bien.-Dije, tomando la mano de la madre de mi chica. Que mujer fuerte.

***

Al volver a casa, dos semanas después de lo ocurrido y con una enfermera que la cuidaría veinticuatro horas, la medicaría y atendería, vimos los resultados al fin.
Tuvo un ataque de anemia.
Si no la hubiese cargado sobre mi hombro y la cargaba en el auto el doctor dijo que ella no la contaría ahora.
No podía caminar, no podía hablar ni masticar, y eso la asustaba.
A través de una zonda recibía lo que necesitaba, que era mucho.