My savior

Julio 29/2009

Ese día todo había acabado para mí.

Todo en lo que creía se había ido.

Ese día, por un "simple" comentario.

Flash Back-

-Chicos, la semana que viene, el miércoles, iremos al parque acuatico 'Splash'. Traigan los avisos de retorno y podran ir.

Todos saltamos y gritamos. Era emocionante.

Era el día en el que podíamos pasarlo en la piscina, o en los toboganes de agua. Otras tomando sol, algunos pidiendo jugos tropicales. Pero algo que hacían todas, y lo repito, todas, extrenar sus nuevos y lindos bikinis, lucir los estructurales, bronceados y lindos cuerpos.

Los chicos, algunos, no hacían de menos, sacaban sus shorts de baño y sin playera, lucían sus trabajados abdomenes.

Por desgracia, no era así para todos.

No estoy diciendo que no tenga un cuerpo lindo, es solo que, no es como el de las demás.

Y fue ese día en el que todo había cambiado para mí.

Habian tanto mejores que yo pero tambien peores. Yo no quería llegar a eso.

Sí, existían los eternos bromistas del curso, quienes hablaban de tí, física o psicologicamente, pero bien sabemos que cada piedra que tiramos al pozo, toca fondo. Quizá sin hacer mucho ruído, quizá sin emitirlo.

"Tonta" "Fea" "Gorda" "Esa nariz que tenes, ¿A quê tucan se lo robaste?" "¡Que cabello más horrible tenés!"

Si no me lo han dicho a mi, es verdad, pero los he escuchado.

Siempre los mando a la mierda cuando escucho a aquellos muchachos hablando de tal forma, refiriendose a aquella chica tímida, o que quizá no responda por que se siente inferior.

Pero te diré que: decir sus defectos, no harán más pequeños los tuyos.

Al final del día, se encuentra en su habitacion, sin sentirse mejor. Sólo haciendo más daño, sin darse cuenta.

Hay chicas que lo hacen solo por el aire en gran cantidad que acumulan en la cabeza.

Tengo miedo de ser tratada como un dos. Soy un tres y medio, necesito llegar a ser un cuatro.

Hay chicas que son cinco, y también hay otras que son menos cinco.

Nadie se libra de los "bromistas", a menos que seas uno. Esa no es una opcion.

Todo estaba perdido, no habían posibilidades de salir a flote, no hasta que llegó él.

...Él, de tan solo pensar en él, siento ganas verdaderas de vivir.