generaciones de príncipes y ángeles han viajado a la tierra con el objetivo de debilitar al rey del mal y sus demonios, liberando a los humanos. Ahora es el turno de celeste y el de los otros 6 príncipes, la última generación que será enviada a la t...
La tierra... un pequeño puntito en el universo, un lugar en el que habitan seres de naturaleza buena y mala a la vez, un lugar en el que se define el bando al que pertenecerás para toda la eternidad, un lugar en el que algún día, mi reino y yo, cantaremos victoria...
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veo como la flecha se acerca a mi, escucho mis latidos, mí respiración y el sonido de la flecha cortando el aire. Me doy vuelta y la esquivo con agilidad, continúo corriendo, me deslizo bajo un tronco caído mientras <<uno, dos, tres, cuatro>> flechas pasan a pocos centímetros de mí rostro, <<queda poco>> pensé, me levanto y continúo corriendo, extiendo mis brazos, agarro mi arco y tres de mis flechas <<tres... dos... uno... ¡¡AHORA!!>> mis flechas impactan en el muro de roca que tengo en frente, una separada de la otra en forma de escalera. Tan pronto llego al muro empiezo a escalar con ayuda de las flechas. Al llegar a la cima...<<¡Cielos! ojalá me permitieran utilizar mis alas>> tengo un barranco en frente, debo saltar y agarrar la liana que cuelga a unos 110 metros de mí y a pocos metros del suelo <<vamos Celeste, tu puedes>> me lanzo y logro agarrarme de la liana, me balanceo por encima del río y caigo al otro lado, recupero el equilibrio y visualizo a mis hermanos justo detrás de la bandera con el escudo del reino, ellos gritan y saltan dándome ánimos. Corro, corro con todas mis fuerzas, 5... 4... 3... 2... 1... de repente, me tropiezo y caigo de frente, siento todo mi cuerpo adolorido mientras un pitido en mis oídos me provoca una punzada de dolor en mí cabeza a causa de las bocinas que indican que el tiempo se ha terminado.
- ¡Cielos, suena como si tuviese esas bocinas pegadas a mis oídos!-
El molesto sonido se termina y puedo oír risas sobre mí, levanto mí cabeza y abro lentamente mis ojos, <<por favor, por favor>> mis ojos se acostumbran a la luz y se enfocan en mí mano estirada en frente mío, <<¡lo logre!>>, mí mano estaba justo sobre la linea de meta.
-¡Celeste, lo lograste!- me dice Ethan casi a gritos y me brinda su mano para ayudarme a levantar.
-¡Lo se! es increíble aún no lo puedo creer- digo emocionada.
-Yo sabia que lo lograrías, somos príncipes, guerreros, la victoria corre por nuestra sangre-
-Y además nuestro Padre esta de nuestro lado, El Ser más perfecto y poderoso que existe-
-Eso es correcto pequeña traviesa- dijo revolviendo mí cabello más de lo que ya estaba- vamos a celebrar y luego a descansar, debemos estar listos, mañana partiremos hacia la tierra-
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La tierra... un lugar al que vamos los príncipes; nuestro Padre el Rey del reino del bien nos otorga un cuerpo mortal. Debemos entrenar el tiempo que dure el cuerpo que se nos otorgue, y luego esperar el día tan anhelado en el que lucharemos contra el rey del mal, y recuperar aquello que le pertenece a nuestro Padre.
Pero como les dije, un cuerpo mortal tiene una naturaleza buena y mala, y esto complica las cosas, porqué gracias a eso muchos de mis hermanos mayores han decidido apoyar al rey del mal y sus demonios, mientras que otros, han luchado con todas sus fuerzas (venciendo demonios, manteniéndose fuertes y fieles a mí Padre y al reino) pero desafortunadamente han sido muy pocos.
Yo soy Celeste, princesa y guerrera del reino del bien, estoy lista para ir a la tierra, tomar mí cuerpo mortal y enfrentarme a la misión más importante hasta ahora.
Debo ser fuerte y luchar hasta el final, si llego a desistir, perderé mí inmortalidad, dejaré de ser una princesa convirtiéndome en una humana corriente, o peor aun... podría convertirme en un demonio, el rey del mal manipulara mí mente, mis recuerdos, me hará un ser muy diferente para obligarme a enfrentar a los que amo, arrancara el bien de mí, cultivando en mal en su lugar, y a cambio recibiré la muerte eterna. Por ello dedo ser fuerte y luchar con todo mí espíritu, vencer al mal para poder volver a ver a los que amo, a mí Padre, al reino, para mantener mí felicidad.
