[FANFIC CLEXA] PERFECT ENEMY ◑ - ALEXTIA ◕ Adaptación◕

Toque Celestial

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Toque Celestial

POV Alexa

Abrí los ojos lentamente, las cortinas de mi habitación se mantenían cerradas, ya no me sentía tan débil, al parecer el resfriado se ha ido, estire un poco mis brazos y mis piernas, pero al querer moverme, sentí dos brazos aferrados fuertemente a mi cintura, me asuste un poco, así que lentamente volteé, y ahí estaba Costia durmiendo pacíficamente, entonces recordé los sucesos de anoche, sinceramente pensé que mis labios desaparecerían por la cantidad de besos que nos dimos, nunca había dado tantos en una noche...

- Costia... despierta – la moví un poco con mi mano.

- Mmmm... - ella protesto un poco, frunciendo el ceño.

No me había percato lo hermosa que era, su color de piel no era común, sus facciones finas, parecería que un escultor con mucha experiencia la haya creado de una manera única, sus labios finos y provocativos, su cabello tan finos como los hilos de oro. Ella abrió lentamente los ojos, aquellos orbes medio avellanados, que reflejaban un brillo especial en medio de una inmensa soledad... ¿Por qué tenía el deseo de abrazarla?, aquel sentimiento de melancolía me invadió, sentía como si la conocía de antes, pero no, yo amo a Clarke aunque ahora ya no estoy tan segura de ello...

- ¿Qué sucede Alexa? – Costia me pregunto con una voz suave pero firme.

- Ya amaneció, deberías ir a tu casa... -

- ¿Por qué? – ella preguntaba mientras yo estaba sentada en la cama.

- Porque la gente puede pensar que engaño a Clarke... - ella me abrazo por la espalda.

- Tu no estas engañando a nadie – ella susurro cerca de mi oreja.

- ¿Qué? Estas loca, claro que si... engañe a Clarke yo... - ella volteo mi rostro y me beso, admitiré que me estaba volviendo adicta a sus besos.

- Tu no engañas a nadie, porque estas con la persona que amas... -

- ¿acaso enloqueciste? – la miraba con un poco de temor.

- No... Alexa... - ella me abrazo por el cuello y apoyo su cabeza sobre la parte superior de la mía. - Tú y yo nos pertenecemos, hagas lo que hagas, tú serás mía... - ella descendía hasta mi cuello, dándole pequeños besos. – porque nadie te puede hacer sentir, lo que yo te hago sentir – su mano recorría mi abdomen, suprimí un leve gemido – porque con un solo toque tu cuerpo se estremece contra el mío – ella se puso de pie y camino un poco, mirándome sombríamente, mientras se sentaba en mis piernas.