Me encontraba caminando por las salas de ensayo de la empresa SM, mentiría si dijera que no sabía que estaba haciendo ahí, pues, si sé que estoy haciendo, nada, absolutamente nada, tengo que esperar a que mi padrino termine con unas cosas de la empresa para poder ir a cenar en familia, o bueno, en el familia, yo siempre me he sentido la intrusa ahí, pero, aun así se agradece todo lo que ha hecho por mí, desde darme asilo cuando llegue a corea hasta darme un trabajo de medio tiempo para tratar de recompensarle todo lo que ha hecho por mí y mi futuro, aun así, nunca he sido la persona mas paciente de la vida, así que mientras el acaba lo que sea que esté haciendo le pedí permiso para caminar por la empresa, solo asintió con la cabeza y ahora estoy aquí entre los pasillos con un tonto vestido que me obligaron a ponerme ya que la cena es "formal", tontería, solo vamos a comer y ya, pero yo tengo que ponerme un vestido y un par de tacones que me están matando mis pies, escucho música un tanto fuerte venir de una sala y me detengo en frente de la puesta de eta para ver quien está adentro, por mi pobre vista solo alcanzo a ver la silueta de un muchacho bailando, maldita sea mi vista y yo por no haber dejado los lentes en la oficina de mi padrino, veo como se detiene con el pulso acelerado, como frota su cabello como si estuviera frustrado y vuelve a iniciar la rutina cuando la canción inicia de nuevo, debo admitir que baila muy bien, demasiado bien a decir verdad, pero en medio de la canción se tropieza con su pie tratando de dar una vuelta y cae, ni siquiera lo pensé dos veces cuando abrí la puerta y ya me encontraba en el piso a un lado de él -Estas bien, no te lastimaste mucho- hago una de las preguntas más tontas que hay en el universo, pues veo la mucha de dolor en su cara mientras se toma el tobillo –olvida lo que dije, solo quédate aquí y no te muevas- no lo dejo ni siquiera hablar cuando me paro y viendo alrededor de la sala miro una pequeña nevera, voy a ella y cuando la abro encuentro lo que buscaba, una bolsa con gel frio para el dolor, la tomo y regreso con el muchacho para después colocarla en su tobillo de forma delicada para no lastimarle -Gracias- dice bajo tomando ahora él con sus manos la bolsa de gel -Eh, no, no es por nada-coloco un mechón de mi cabello tras mi oreja ya que al ser corto no se mantiene detenido ni por broches -Quien eres- pregunta el chico después de un tiempo, nunca voltee a verle la cara con detalle porque después de todo me di cuenta que esa clase de cosas que hice no son tan acostumbradas en corea -Me llamo _____ un gusto- digo inclinando mi cabeza un poco y por fin viendo al chico a la cara -Soy Kim Jong In, el gusto es mío, y aunque estoy agradecido por la bolsa de gel- dice moviendo la bolsa con su pie ya que no nos hemos movido del piso –que hacías viendo desde la puerta- su comentario hace que me sonroje y voltee hacia la puerta que se encuentra entre abierta, tal y como la deje al entrar -Fue sin querer, escuche música y me acerque por instinto, no fue mi intención espiar- -Aunque si no lo hubieras echo tal vez no me podría presentar en los próximos conciertos- -Conciertos....espera.....eres un idol de la empresa- solo escucho como suelta una gran carcajada -Si, pensé que lo habías hecho por eso, por siento tu deberías de perdonarme a mí, estoy haciendo que ensucies ese lindo vestido por mi torpeza- -No, claro que no lo hice por eso apenas y puede ver tu silueta desde fuera, no traigo lentes, no miro muy bien sin ellos y por lo del vestido no hay problema- estaba a punto de agregar otra cosa cuando aparece alguien en la puerta -_____ cielo es hora de irnos, toma te traje tus lentes- nisiquera se dé que color estaba mi cara cuando escucho la voz de mi padrino para luego verle al sostener mis lentes, los tomo rápidamente para ponérmelos y ver a Jong In con sorpresa en la cara –Por cierto te encuentras bien Kai- -Estoy perfectamente gracias a su ahijada seños- voltea a verme y una sonrisa se forma en sus labios involuntariamente haciendo que otra se forme en mis labios -_____ te espero abajo está bien, iré por mi saco- -Si padrino- cuando sale, la sala se queda en completo silencio, así que me levanto y me sacudo el vestido, el imita mi acción pero la hace más lento, por lo cual lo ayudo a parase, le sonrió y me dirijo a la puerta para poder reunirme con mi padrino -te volveré a ver- escucho a mis espaldas haciendo que gire la cabeza -Por supuesto- sonrió y salgo de la sala para empezar a caminar hacia el elevador donde puedo ver se encuentra mi padrino con una sonrisa sacarrona, que alguien se apiade de mi y de las bromas que va hacer por el resto de la velada.
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