Cap -4-

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El papeleo había aumentado y no por sus guardianes.

Parecía ser originado por su padre.

Para entretenerlo más que nada y evitar que lo detuviera en su búsqueda de la que bien sabía el Hitman, el castaño no quería que se efectuará.

Pero, ¿Quién podría hacer cambiar de opinión a ese hombre?

No parecía algo posible.

Y quién lo intentara estaba loco.

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En toda su vida no le había importado menos cualquier persona.

Su familia no había estado nunca, sus amigos tenían sus propios problemas y el resto de la gente era asesinada o masacrada por sus propias manos.

No le podría haber importado menos.

Pero, apareció él.

Pequeño, torpe y solitario.

Con un alma y cariño envidiables.

Un verdadero Cielo.

Encantando su ser poco a poco y contra su voluntad hasta que se le fuera imposible mantenerlo alejado.

Tomando el lugar y brindando el cariño paternal que el pequeño no pudo experimentar ni disfrutar.

Calentó ese corazón que él mismo creyó perdido hace tiempo.

Por ello sonrió.

No pensaba permitir que alguna estúpida persona le quitará a su valioso hijo, aquello no sucedería.

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El papeleo era fácil de organizar como de provocar.

Por ello no importaba que cantidad de el le dejarán no tardaba mucho en terminarlo.

Pero ello no era lo único que provocaba el Hitman sino que también era muy bueno provocando el caos.

Por ello aún así lo seguían a todos lados, alguno de sus guardianes ya fuera su Rayo, su Tormenta o su Niebla menor, el que estuviera disponible.

Y ello era bastante pesado.

No lo malinterpreten no le molestaba sus presencias para nada, el quiere mucho a sus guardianes y al resto de los que conforman su enorme familia por supuesto.

Lo que sucedía era que hasta el momento había estado pensando demasiado las cosas.

A pesar de que ya se había resignado a morir.

A pesar de que ya era grave su asunto, recordaba la ocasión que se encontró con todos sus guardianes.

Hacia un par de días atrás.

Y lo sobre pensaba demasiado, según él mismo.

Pero su condición había empeorado de repente en cuanto los había enfrentado.

Y no sabía si Reborn ya se había dado cuenta de ello.

Pero había "tomado precauciones" en contra de su voluntad.

Y se sentía un poco mal cada vez que lo recordaba.

No podía entender porque era que su auto proclamado padre se tomaba todo ese asunto en sus manos y seriamente.

Si él mismo podía ser reemplazado en cualquier momento.

Podrían buscar a otro que fuera buen candidato para ser jefe de Vongola.

Non CorrispondeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora