Did you miss me? (SHERLOLLY)

A face from the past.

❗❗❗
Espero que esta historia sea de su agrado.
Esta fic lo dedico a Lizter1 quién fue mi primera lectora en encontrar y comentar "Las señales mixtas" y quien también tiene historia de Sherlolly maravillosas. No olviden votar y dejar su comentario si quieren más capítulos, mis próximas novelas las dedicaré a mis lectoras, graciss por su inmensa paciencia desde el 2016. 💕
Sin más que decir espero que les guste     ❗❗

Charles Augustus Magnussen ...
Se escucha el sonar de una campana.
Molly pensó mientras se sentaba en el asiento trasero de un taxi, al mirar por la ventana vislumbró el periódico de la mañana en un puesto en la calle. Miró el largo rostro severo en la parte frontal del periódico, ese hombre con sus gafas de plata recargadas en su cabeza y sus fríos ojos grises. No parecía que tuviera un carácter particularmente agradable. Había estado en los periódicos y en las noticias toda la semana, Molly recordaba, que el era propietario de un periódico de grandes ligas.
Bostezó en silencio cuando el taxi dobló una esquina hacia abajo sobre la calle de Newgate, en realidad no había tenido tiempo para ponerse al día en las noticias, pues había estado muy ocupada. Sacó unos cuantas pastillas paracetamol de su bolso y los trago. Tenía un fuerte dolor de cabeza y habia tenido pocas horas de sueño la noche anterior, sus ojos estaban cargados de fatiga, se los frotó en un intento fallido de despertarse a sí misma, le daba ganas de cerrar los ojos y descansar se acomo en el asiento trasero de la cabina tenía dias sin dormir bien.
Miró el reloj de su brazo, era casi las 8 am, era muy buena hora, pero hoy había una rara excepción, había pasado la noche con sus amigos, acababa de ser año nuevo, un nuevo inició!
O eso es lo que pensaba, en realidad terminó pasando la mayor parte de la noche vomitando. A las tres de la mañana llegó a casa y se fue a la cama. Ella alcanzó a verse a sí misma en el espejo del conductor, se veía horrible, con grandes bolsas debajo de sus ojos y su pelo recogido bastante desordenado en una cola de caballo, apartó la mirada rápidamente, haciendo una mueca de su reflejó.

El taxi se detuvo en St. Bart's unos momentos después, Molly salió del asiento de atrás, casi olvidandose de pagar al taxista.
"Feliz año nuevo" mencionó. Él conductor gruñó mientras tomaba el dinero. Ella solo asintió y levantó la vista hacia el edificio frío y gris. Lleno de pacientes y médicos. Había trabajado toda la Navidad en St Bart's, lo que la hacía sentir más sola de lo habitual, ya que todos los demás estaban celebrando y relajandose, ella estaba examinando los cuerpos y haciendo redacciones de informes, al igual que lo habia hecho en cualquier otro día del año. Dejó escapar un largo suspiro y subió los escalones de la entrada principal del hospital. A pesar de todo, amaba su trabajo, ella sólo deseaba tener una cara feliz, en todo el día, alguien a quien le cocine la cena de Navidad y la sorprenda cuando ella llega a casa ... a alguien quién am... se detuvo, ella no quería revolcarse en su autocompasión.

En morgue hacía un poco de frío cuando entró, su respiración se evaporizaba y sus manos temblaban ligeramente. Cuando sacó el primer cuerpo y comenzó las pruebas, era un hombre mayor, con el pelo gris. Él tenía una expresión de calma, frío e inmóvil, al igual que todos los cuerpos muertos que miraba a diario. Miró al anciano durante unos segundos antes de tomar un descanso, aturdida por la mañana y mirando su lista para el día, unos cuerpos habían sido entregados en el depósito de cadáveres durante la noche, por lo que la lista estaba llena de trabajó. La idea de morir en vísperas de Navidad la hacía sentir aún peor. Continuó mirando la lista, supo que él nombre del anciano era Brian y que tenía 89 años. Ella echó un vistazo a su cara, mirándolo fijamente. Suspiró y un  vapor blanco llenó el aire, se frotó las manos juntas en un esfuerzo fallido para calentarse antes de continuar con su trabajo, sus pequeñas manos continuaron a temblar ligeramente.

El tiempo parecía pasar más lento de lo habitual, se encontró mirando su reloj constantemente. Eran solo las diez y media, se sentía absolutamente agotada, pero continuó su trabajo. Concluyó que el anciano, había muerto de cáncer de pulmón, que había estado sufriendo desde hace bastante tiempo. Se acercó a su mesa, se quitó los guantes y comenzó a acomodar unos papeles. Suspiró en silencio y bebió el café que traía de casa, ahora estaba helado. Hizo una mueca cuando el líquido frío tocó los labios, tiro el poco liquido que quedaba en el bote de la basura, no había nada peor que el café frío.