Silence

Primeros Días

Cuando tenía ocho años, mi audición fue desapareciendo. Me asusté bastante, ya que tampoco podía hablar.

Como pude, le tuve que contar a mi madre sobre mi problema, luego tuvimos que acudir al hospital para que me hicieran varios checkeos.

Dijeron que nunca volvería a escuchar.

Me sentí devastado en ese momento, ya que me gustaba bailar, y claro... Amaba la música.

Algo que ya no puedo escuchar.

.  .  .

Me aislé de todos mis compañeros, todos me molestaban porque no era solo que no podía escuchar lo que pasaba a mi alrededor, sino que tampoco podía hablar. Fui la burla de todos.

Un año más tarde, cuando ya casi iba a cumplir diez años, mi madre me cambió es escuela. Una escuela especial. Para niños discapacitados.

Si, eso era, un descapacitado. En otras palabras, un enfermo.

Creía que siempre iba a ser rechazado por todo el mundo. Pero conocí a alguien con un problema similar al mío.

Él no podía hablar, pero si podía escuchar. De la forma que podíamos nos comunicabamos, nos contábamos nuestras vidas y nos juntábamos todas las tardes a conversar o a jugar.

Nos convertimos en mejores amigos.

.  .  .

A los trece años ya era lo suficientemente autoritario —según los médicos— para poder seguir por lo cuenta. Osea, ya podía ir a la escuela normal.

Me contrataron una intérprete con lenguaje de señas para que me traduciera las clases. Aun así yo nunca estuve conforme con esto, pero mi madre necesitaba trabajar y conmigo en casa no podía.

.  .  .

Actualmente tengo dieciséis años, mi mejor amigo aun sigue siendo SeokJin y mi problema no da mejoras. Claro, no puedo esperar más de esto.

"¿Vas a ir mañana a la escuela?"

Negué con mi cabeza.

"¿Por qué no?"

Levanté y bajé mis hombros sonriendo.

A SeokJin le aburría hablar por lenguaje de señas, decía que era muy "intelectual" o "ñoño", así que le dí la opción de que escribiera. Esta al parecer le gustó.

"Ya debo irme Hobi"

Asentí con una sonrisa triste, odiaba que se fuera.

"Volveré mañana en la tarde"

Nos despedimos y se fue.

Todos mis días eran así... Son ningún sonido. Sin música, sin voces, sin ruidos naturales. Todo había quedado enterrado en mi memoria desde la última vez que escuché decir al doctor: ¿Puedes escu...?

No recuerdo nada más de esa frase.

(...)

Ay! Que sad sjsjsj
Bueno... Es un ff muy tierno, pero también va a ser muy sad.