My Brother's Best Friend-Michaentina(Adaptada)

42.Embarazo(Extra)

-Mike no hagas trampa- dije mientras le tapaba los ojos.

-¡No estoy haciendo trampa!- dijo y yo rodeé los ojos.

Lo estaba guiando desde mi cocina hacia mi recamara, había planeado esto con Jorge hace un par de semanas.

Abrí la puerta y logre que Michael quedara frente a mi cama.

-Listo, abre los ojos- le dije con una sonrisa enorme. –Felices 9 meses-

Abrió los ojos y miro extrañado una caja que había sobre mi cama.

-Mira que ... bonito- dijo con sarcasmo.

-No seas tonto, tienes que abrirlo-

Digamos que mis habilidades para envolver regalos son bastante malos.

Quitó el papel y lo dejo sobre mi cama. –¡Mira una caja!- dijo muy emocionado.

Hace un par de semanas que Jorge se queda a vivir con Mike mientras que pintan su casa y puedo asegurar que la estupidez de Jorge se le está pegando a Michael.

-Esa también la tienes que abrir- dije comenzando a perder la paciencia.

Quitó la tapa de la pequeña caja de madera y también la dejo en la cama.

-¡Mira una llave!-

Frustrada golpeé mi frente con mi mano. Exhale y le quité la llave de la mano.

-¡Oye! Es mi llave- dijo poniendo cara de perro

-Michael- dije con la poca paciencia que me quedaba. -¿Recuerdas de que es esta llave?-

-¿Debería?-

-Piensa- dije moviéndola como un péndulo

-Un locker, una caja fuerte, un motel, ¡Narnia!-

¿Narnia? ¿En serio?

-Algo mío-

-Tu cuarto, tu closet, tu baño, tu casa-

-¡Si!-

-Linda, pero si siempre dejas la puerta abierta-

-No hablaba de esta casa- dije tratando que Michael adivinara

Se tardó un poco pero adivino.

-¿Estás hablando de la casa de tus abuelos?- dijo con un brillo de esperanza en sus ojos.

Asentí con la cabeza, -Es nuestra para todo el fin de semana-

-¡Amo a tus abuelos!- gritó

Creo que no era la respuesta que esperaba, pero bueno, entendía el punto. Lo que él no sabía era que la había tomado sin permiso, eso implica que mis padres no saben nada.

Lo tenía todo planeado, mis padres pensarían que pasaría todo el fin de semana con Caro, mis abuelos no la usarían y nadie tendría que enterarse.

Para decir la verdad la idea había sido de Jorge, yo no era muy buena en esto de los regalos.

Salimos el viernes por la tarde con la idea de llegar de noche. No había dormido de la emoción, esta casa me traía tantos buenos recuerdos, el cumpleaños de Lio, cuando se metió una rata a la casa, estar en la alberca con los chicos, las películas de miedo, Mike y yo en mi habitación.

-¿Dónde está Lio?- preguntó Michael  mientras manejaba.

-Dijo que estaba ocupado- le respondí.

Me quedé dormida en el camino y Michael me despertó al llegar a la casa.

-Linda, ya llegamos- me susurró al oído.