CAPITULO 3

10 3 0
                                    

Hoy era la fiesta en casa de Tom y no sabía que ponerme o si de verdad iba a ir. Ya les había dicho que sí a las chicas por lo que no me puedo retirar ahora. Me voy hacia el armario y veo que me voy poner. Al final decidí ponerme un vestido negro que me quedaba por encima de las rodillas, era de tirantes y tenía un poco de escote; y unas sandalias de plataforma negras. Me dirigí al baño, me dejé el pelo suelto y me maquillé un poco los ojos, me delineé el ojo y me puse un poco de sombras oscuras. Volví a mi cuarto y cogí el móvil para llamar a las chicas cuando veo que alguien me está llamando justamente, son ellas.

-¿Si?

-Less bájate, ya estamos abajo.

-¿No nos íbamos a ir en taxi?

-Ya, bueno... Le he pedido a un amigo que nos lleve. Tranquila, él también va a la fiesta. Es uno de los amigos de Tom.

-Genial,- contesté sarcásticamente- Ahora bajo. Bajé corriendo las escaleras y fui a la cocina para despedirme de mi madre.

-Adiós mamá, ya están aquí.

-Vale, ten cuidado. Y no llegues muy tarde, ¿si?

-Lo intentaré- Le di un beso y me monté en el coche.

Nada mas entrar todas me saludaron, menos Alex, bueno iria nervioso porque ibamos con veinte minutos de retraso.

-Hola.- Salude cortantemente- Y tú eres...

-Alex.

-Le he pedido que si nos podía llevar a la fiesta de Tom, es su amigo.- Nos contó Brooke. Por algún motivo sospeché que ese chico iba a ser una de las víctimas amororsas de Brooke.

Al llegar a la casa, Alex ayudó a Brooke a bajar, mientras que Zoey, Emma y yo nos dirigimos a la puerta del jardín. En una esquina del jardín, no muy iluminada, se podía ver a Abie besándose con un chico, mientras que este le manoseaba. Por otro lado, las chicas entraron a la casa a beber algo, Brooke ya estaba co una copa medio vacía en la mano y Zoey hablando con uno de los chicos del grupo de Tom, pero a él no s ele veía por ninguna parte. En un intento de evitar a la gente y escabullirme de allí, me fui al servicio y me quedé un buen rato con el móvil, hasta que salí a tomar algo y me encontré a Brooke en un sofá besándose con Alex, a Zoey charlando con otro chico y a Emma en una mesa bebiendo. Me acerqué a ella y cogí una copa de lo que parecía tequila. Yo cogi un abotella de mojito y me la heché en un baso.

-¿No te emborracharás como la última vez no?- me preguntó sarcasticamente Emma.

-Lo intentaré, pero el problema es que no hay otra cosa que hacer, o ligas o bebes. Prefiero lo segundo.

-Tienes razón.

-Bueno, voy a tomar el aire, ¿vienes?

-Paso, me quedo aquí.

-Está bien.- Salí al jardín por que la música me estaba matando. De repente noto como alguien me coge de los hombros y me empuja hacia la pared, quedando cara con cara con uno de los amigos de Tom.

-¿Matthew?, qué haces, que susto dios.

- No era mi intencion asustarte- dijo devorándome con la mirada asquerosamente.

-¿Estás borracho?- Cada vez se iba acercando más hasta que le paré empujándolo por el pecho y echándolo hacia atrás, sin resultado alguno. Justo cuando me iba a besar algo lo arrastró hacia atrás, liberándome de sus manos. Era Tom, le estaba intentando hechar de ahí, pero él se negaba.

-Perdona a Matthew, estaba borracho.

Permanecí callada.

-De nada por cierto.- me respondió riendose ligeramente.

-Bueno ya me iba.- Le respondí mientras me dirigía hacia la puerta del jardín.

-¿Quieres que te acompañe? Puede que te vuelva a pasar lo mismo, quién sabe con ese vestido.- Sonó juguetón. Me giré y le miré con mala cara.

-Pero que machista...

-Era broma hombre. Estas muy guapa.- Se rasco la nuca algo nervioso podria decirse.- Vamos te acompaño.

-¿qué es lo que no has entendido de se cuidarme solita?

-¿Es qué no puedo acompañarte?¿tan malo soy?

-Bueno esta bien, pero date prisa, tengo hambre.

-Está bien... tú misma.- Salimos del jardin de su casa y nos fuimos hacia un supermercado que había cerca y me compré una botella de alcohol. Cuando me agobiaba o estaba nerviosa necesitaba beber. Mi madre finge no saberlo pero se que lo sabe. Ella cree que es su culpa que yo haya salido asi... "perdida" como ella y sus vecinas amigas dicen. Nos metimos en una calle estrecha y me senté en un portal, mientras que miraba el móvil.

-¿Fumas?- preguntó sacando una cajetilla de cigarro de su bolsillo trasero  del pantalón. Accedí y cogi uno. A ser sinceros también lo hacia. No es que mi vida hubiese tomado muy buen camino de adolescente, pero tampoco era tan malo, la gente se escandaliza cuando ven a una chica de dieciseis años ocn buenos estudios fumar.

Habrían pasado ya como un cuarto de hora cuando oigo que alguien viene por el lado opuesto del portal donde me había sentado. Me pongo en pie y apago el móvil. Se acercó más y pude reconocer quién era, solté la botella de golpe y calló rota al suelo.

-¡No puede ser!-Dije con lágrimas en los ojos.

《REGRESSSION》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora