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Su jornada laboral se estaba haciendo extremadamente agotadora, intentaba atender a los clientes lo mas rápido y eficiente que podía pero sus piernas las sentía muy pesadas y adoloridas.
Ese día se había despertado con una sensación de satisfacción extraña, sentía su cuerpo agotado pero estaba como ¿Feliz? no sabía como describir esa extraña satisfacción que su cuerpo sentía, pero todo eso se termino cuando intento ponerse en pie.
Un dolor agudo en su espalda baja lo hizo soltar un jadeo mas aparte la sorpresa que se llevo al encontrar su cuerpo completamente desnudo. Tenía una extraña sustancia en su estómago que ya se estaba secando y cuando miro mas de cerca se topo con un penoso descubrimiento.
Semen.
Tenia semen seco por toda la superficie de su vientre y su pene estaba muy sensible haciéndole recordar sus días de adolescencia, donde se tocaba y se dormía sin haberse limpiado antes. Pero el dolor en su tracero era algo nuevo. Nunca había tenido un dolor de esa forma, su espalda baja dolía como si se hubiera caído de culo sobre el concreto y cuando se puso una playera, se la tubo que quitar enseguida ya que uno de sus pezones dolía como si hubieran querido arrancarselo.
Lo peor de todo este asunto, es que tenía que trabajar, y estos días son los que más se llena de gente el café, teniendo que tomarse unos diez segundos de descanso sobre un pequeño mueble que tenia el café para los empleados en el pasillo de "Solo personal Autorizado" y así aprovechaba de masajear un poquito sus piernas y su cadera y untarse otro poquito de ungüento sobre su pezón ya que no soportaba mucho el roce de la tela.
Su nombre siendo prácticamente gritado lo alertó para ponerse de pie y abrocharce correctamente la camisa mientras caminaba en dirección a la cocina por los pedidos que ya tenían listos para servir.
-¡¿Donde te habías metido?!- pegando un brinco, se giro a para ver a MinSeok que se río algo apenado por haberlo asustado -Lo siento Soo-
-Estoy bien, estaba en el silloncito- respondió, nombrando el sillón como prácticamente lo reconocían todos en el café.
-Sigue doliendo?- MinSeok lo ayudo a poner la charola en su hombro ya que ese día no andaba rindiendo muy bien en el trabajo.
-Si, aun me duele-
-Te llego cliente en tu área, mesa 12- le informó, ayudándole con las puertas dobles, el agradeció y se apuro a entregar los pedidos que traía en la charola para ir a atender a los clientes nuevos.
Sus piernas comenzaron a temblar, y a su nariz llego un afrodisíaco olor a rosas. Una sensación de salir corriendo lo abrumaba, pero mas le abrumaba la otra sensación que le decía que se acercara más.
Cuando entrego el pedido a la mesa 14, giro para atender a el cliente de la mesa 12 que acababa de llegar. Un leve jadeo involuntario escapó de sus labios y sus piernas automáticamente comenzaron a temblar.
