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– Está Leo en la otra línea.– le articule con mis labios lentamente a Chanyeol y este se sonrojó... ¿del enojo? ¿de celos?

– ¡Cuelga!– este susurró y negué rápidamente.

Me giré por un segundo para seguir hablando con Leo.

– ¿A que horas nos encontraremos?– pregunté mientras sentía como Chanyeol me jalaba del brazo.

– A las cinco está bien.– este respondió y sonreí para volver a voltearme y encontrarme con un Chanyeol enojado.

– Vale, allí nos vemos. Adiós.– respondí y colgué.

– No quiero verte jamás. Mañana me regresaré a Corea, sigue tu viaje con el Leonardo ese o como mierdas sea su nombre.– Chanyeol me soltó el brazo con fuerza y se dio media vuelta para seguir su camino en las calles.

– ¡Chanyeol!– exclamé mientras reía, este no se volteó.

Corrí hacia el y agarre su mano fuertemente.

– ¿Por qué estás celoso? Leo nos recomendará hoteles a buenos precios, restaurantes, muchas cosas para que los dos lo disfrutemos, ¿que no quieres eso, amor?– acaricie su brazo y este resopló haciendo que uno de sus mechones de cabello saltara.

– Primero con Kris y ahora ese Leo... Sabes como soy Baek.– este susurró y asentí,

– Bien. Tienes razón, le cancelaré a Leo ¿si?– alce una ceja y este beso mi frente.

– Mejor.– este me guiñó el ojo y agarre mi teléfono para escribirle a Leo que ya no necesitábamos de su ayuda.

La verdad me dio un poco de lástima con el, estaba muy entusiasmado por enseñarnos toda la ciudad pero Chanyeol y sus celos... Es algo insoportable.

Llegamos a un restaurante de desayunos y nos sentamos.

– Quiero probar esta especialidad del restaurante.– Chanyeol señaló en el menú y asentí.

– No entiendo muy bien lo que dice allí pero solo se que tiene huevos y tostadas francesas.– le mire con una sonrisa y este soltó una carcajada.

– Te amo.– este beso mi mano y sonreí.

Lo que en realidad Chanyeol no sabía es que planeaba darle una sorpresa por nuestro aniversario, era una cena romántica de vuelta en Versailles en un restaurante que Leo me había dicho, el también me ayudaría a decorar y encontrar algunos detalles económicos que en realidad signifiquen algo para los dos. Estaba muy emocionado.



(...)



– Sí, si Junmyeon, si.– afirme varias veces mientras este no dejaba de hablar. – Sí, si... Ajá, si. Por supuesto... Sí, ya llegué.– exclamé a lo último y este soltó una risita.

– Bien, por favor cuídate y le mandas saludes a Luhan de todos nosotros ¿vale?– este respondió y colgó enseguida.

La verdad estaba un poco nervioso. No se que me pasaba.

En el aeropuerto tal vez encontraba las flores para dárselas, la carta ya la tenía aquí en manos... Por dios, mis manos no paraban de sudar y temblar, trataba de actuar lo más natural y relajado pero simplemente imaginarme estar en frente de Luhan sin decir nada me tiene de nervios. ¿Que tal si me rechaza? ¿o si lo encuentro con una chica en su departamento? ¿o que si está con sus padres? ¿o me lo encuentro en la entrada del edifico y todo se arruina?

Las posibilidades eran infinitas y así como mis nervios aumentaban demasiado.

Al reclamar mi maleta llegue a una floristería y compre las rosas, afuera alcance un taxi y le entregue la dirección de Luhan. El ahora estaba viendo en Shanghai por su nueva carrera como actor y eso.

– Muchas gracias, señor. Aquí tiene.– le entregue el dinero al señor al responderle en mandarín.

Las veces que venía a China solo por Luhan me hicieron acostumbrarme un poco al idioma.

Tragué saliva y me baje del taxi, corrí a la entrada del edificio y pregunté si estaba Luhan, para mi suerte si, y no había salido desde ayer. Al comienzo no me dejaba subir sin su permiso pero logré convencerle diciéndole que era el mejor amigo de Luhan que le sorprendería, tuve hasta que mostrarle fotos.

Accedió y suspire para entrar al ascensor. Oprimí el botón 6 y tragué saliva.

Al llegar me arme de valor y salí del ascensor, me dirigí a su puerta y mordí mis labios.

– Tu puedes, Sehun.– me susurre a mi mismo y cerré los ojos con fuerza.

Deje las rosas y la carta en el suelo y me escondí detrás del muro, toque la puerta y corrí a esconderme de nuevo.

Luego de unos cinco minutos sin respuesta toque aún más fuerte y me volví a esconder.

Finalmente se abrió la puerta, era Luhan... Extrañaba verle que no evite en soltar unas cuantas lagrimas.

Vi su rostro al ver las rosas y una carta en el suelo, sonreía alegremente al agarrarlas y olerlas, luego sus ojos se fijaron en la carta... Me había esforzado ya que la escribí en mandarín.

– Sí cometí algún error en mandarín por favor dímelo y mejoraré.– por fin salí del escondite y me quede enfrente de el. Mi voz temblaba.

– Para comenzar, escribiste Te Ano Yo...

Murmuró para luego soltar una carcajada, negué riendo pero allí fue cuando sentí las lágrimas caer, corrí a él en un abrazo. Lo abracé muy, muy fuerte que ya mis huesos dolían un poco.

– No te quiero soltar.– solloce y entrelace mis manos para no soltarlo de mi abrazo, este se dejo llevar por fin y me rodeo fuertemente con sus brazos.

– Pero no nos quedaremos aquí afuera, entremos.– este susurró y entramos aún abrazados, reí al separarme y seque mis lagrimas.

– Aquí me ves. Oh Sehun llorando por su amor, algo que nunca creíste que pasaría.– sonreí aun secando mis lagrimas.

– Creí que te había perdido. Que ya más nunca te volvería a ver.– este mordió sus labios intentando no soltar una lagrima pero falló.

– Olvide traer tu camisa.– agarre su mano y este soltó una carcajada.

– Pero tú estás aquí, y yo solo quiero arreglar las cosas para no volverte a perder.– este murmuró y bese su frente.

– Fue toda mi culpa, tú te estás convirtiendo en un actor y toda tu carrera tendrás que enfrentarte con escenas de las que ya sabes que no nombraré y pues eso, tengo que dejar los celos.– suspiré y este asintió.

– ¿Y Joohyun?– este alzó una ceja y mordí mi labio.

– Le deje entendido que todo acababa, que iba a luchar para volver a tenerte. Fue muy difícil, mi orgullo no me dejaba, amor.– susurre y este asintió.

– Jongdae me lo contaba todo.– este río y sonreí para besar de nuevo su frente.

– Quiero besarte.– hice un puchero sintiendo que las lagrimas caerían de nuevo y este en un movimiento rápido acercó mi rostro con sus manos y me besó lentamente mientras introducía su lengua.

Al separarnos sonreímos.

– Quiero terminar de leer la carta así que si me disculpas.– este soplo su nariz y alcanzó la carta para leerla.

Esta fue la mejor decisión que pude hacer. Nadie se imagina lo feliz que me siento, mi felicidad volvió, mi razón de sonreír esta conmigo ahora mismo... El orgullo y resentimiento se han ido.

𝐬𝐧𝐚𝐩𝐜𝐡𝐚𝐭 ; 𝐜𝐡𝐚𝐧𝐛𝐚𝐞𝐤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora