El insomnio amenazaba con atormentarlo su noche una vez mas. La sensación de pavor de hace unas horas, seguía impregnado en él, como un perfume y lo odiaba. Odiaba tener ese olor a miedo.
Sus párpados pesaban, amenazando cerrarse. Su respiración cada vez se hacía más lenta y relajada; quería dormir, lo necesitaba. Pero por más que lo ansiaba, no podía. Su vista fija en el pomo de la puerta, no la despegó nunca, tampoco quería hacerlo. Estaba demasiado asustado de lo que podía pasar si lo hacia. No quería que Killua lo encontrará desprevenido e hiciera algo. De pronto, pequeños rayos de luz colaron por las cortinas, invadiendo a su habitación y cubriendo su cuerpo en un cálido brillo.
Sin darse cuenta amaneció y él paso la noche en vela.
Suspiró y pereza se levantó de la cama dándose cuenta enseguida que no llevaba nada, a excepción del abrigo del albino que le dió la noche anterior. Fue hasta el baño personal de la recamara, se acercó al lavamanos, abrió la llave y procedió a mojar su cara para luego mirar por el espejo las notorias ojeras bajo sus ojos. «Patético» pensó saliendo de aquel lugar para volver a la cama, no sin antes mirar el reloj de pared.
Eran las: 06:48 AM.
Lo más probable era que vendrían por él a las ocho en punto. Cómo ya era de mañana, y la reconfortadora luz le traía algo de paz se dejó engatusar por el cálido brillo. Poco a poco sintió sus párpados más pesados, su cuerpo relajarse por primera vez en lo que iba desde que llegó al lugar, su respiración se volvió lenta y pausada, cerro por completo sus ojos dándole a su cuerpo un merecido descanso, aunque sea solo unos minutos.
Cosa que así fue.
Al cabo de una hora y media, Canary —una de los mayordomos de confianza de Killua— entro por la puerta con carrito el cual encima llevaba una charola que contenía el desayuno del moreno. Lo dejo un momento de lado y procedió con cautela a ordenar algo de ropa para el moreno en el armario. Según la información que había recibido el moreno frecuentaba usar ropa de tonos verdes, cafés, blancos y azules. Nada fuera de lo común, pero solo las usaría en ocasiones especiales; como salir con Alluka o en alguna instancia que lo llevará al mundo fuera del infierno que era esa mansión. Al terminar cerro las puertas del armario y fue hasta el baño donde dejo la ropa que Gon usaría ese dia, luego volvió a la habitación. Se acercó hasta Gon y con algo de suavidad movió al chico, este enseguida se despertó. En cuanto vio a la chica se sentó en la cama y frotó su ojo izquierdo con su mano mientras bostezaba.
—Buenos días señorito, Gon.— Dijo con una reverencia.
—Buenos días.— Saludo de la misma forma.
—Mi nombre es Canary, desde hoy me encargaré de su bienestar. Siéntase en confianza de pedir lo que sea — Hablo con diligencia.
Gon solo se limitó a asentir.
— He dejado su atuendo de hoy en el baño. La ropa que hay en el armario es un regalo del amo Killua y solo la ocupará en ocasiones especiales.— dijo e hizo una pausa — Dentro de una hora vendré por usted para escoltarlo hasta el joven amo.
— Esta bien. Muchas gracias, Canary — respondió.
La chica se retiró.
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En otra parte de la mansión, más específicos en el living. Estaba Killua junto a su no tan querida familia. Como era un hábito todas las mañanas la familia desayunaba en silencio y luego atendia cualquier problema, pero esa mañana el hábito se rompió. Por toda la casa ya se sabía sobre el invitado especial y no fue de mucho agrado saberlo. Enseguida la madre del albino quiso matarlo y tirarlo a una zanja. Ese niño no era digno de poner un pie en ese lugar y menos por un mounstro como era la pequeña Alluka. Para Kikyo él chico solo sería un estorbo para el heredero de la familia, una distracción.
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~Daddy Issues~ •KilluGon• [+18]
FanfictionGon, te prometo que cuando escuches mi nombre una sonrisa surcará tu angelical rostro. Te hará sentir mariposas en el estomago y unas ansias de estar a mi lado se desatarán. Tú solo me perteneces a mi, tú eres de mi propiedad y no importa quién se a...