Capítulo 20

748 55 18
                                    

Habían pasado 5 meses desde la caída del humano,  nadie lo había vuelto a ver desde las ruinas, todos lo habían dado por muerto al ver que ingresó a la casa de Toriel, pero esa deducción no estaba muy lejos de la realidad. Porque en lo profundo de bosque de snowdin, en un puesto de vigilancia, vivía una niña,  una niña humana... espera un momento...no, no era así, alli dentro moría una niña, moría cada segundo que pasaba, ella no era lo que estaba muriendo sino su cordura, ella la mataba cada día que pasaba junto a ese enfermo que decía que la quería, pero que disfrutaba con su sufrimiento.

Frisk había pasado cinco meses junto a Sans, y al pasar tanto tiempo con él, comenzó a surgir dentro de ella el amor, no uno sano claro está, pero era amor.
Ella sentía una gran dicha cada vez que él llegaba a "casa", ¿que? ¿que porque la comillas?, pues porque eso no era una casa, era una prisión, pero para Frisk eso era su hogar, un hogar feliz junto a Sans.

Sans caminaba por el bosque con dirección a casa, a su verdadero hogar, con Frisk por supuesto, ella lo estaba esperando con ansias, él venía todos los dias por las tardes y se iba a la mañana siguiente, por eso atesoraba cada hora.

La puerta del puesto se abrió y entró un sonriente Sans, Frisk lo vio con la ojos llenos de alegría.

-¡Sans, estás en casa, bienvenido!-ella dijo eso mientras lo abrazaba y se perdía en su fragancia,no importaba cuantas veces lo oliera, siempre se sentía muy bien-¡te extrañe tanto!

-Je, yo también te extrañe, Frisk.

-Sans, hoy me sentí muy sola...y tuve miedo, aunque no entiendo porque...

-¿Recuerdas que te prometí que no te dejaría?,no tienes porque tener miedo, nunca más.

-Claro que lo recuerdo, ¿como podría olvidarlo? ¡fue la noche más feliz de mi vida!.

Ella no sabía lo que decía, la noche de la que estaban hablando, fue la noche en la que ella echó su vida a perder. Ella le había confesado a Sans que no quería estar sola y le dijo que haría lo que sea, error fatal.
Ellos llegaron a un acuerdo los dos se acompañarían,  él prometió protegerla y no abandonarla y ella prometió no dejarlo nunca, ellos se necesitaban o eso era lo que creían, ellos sólo necesitaban alguien que los ame, alguien en quien confiar, que no los abandonaría, o tal vez sólo necesitaban un psiquiatra, cualquiera de los dos sería muy útil.
Ellos tomaron la decisión de amarse el uno al otro y nunca abandonarse. Pero ninguno de los dos podía amar...porque estaban enfermos y los enfermos no pueden amar.

Frisk se dirigió a la cocina que le había habilitado Sans para que pueda preparar sus alimentos, él había ampliado ese pequeño puesto de vigilancia y lo había convertido en una pequeña cabaña, tenia una habitación, un baño y una cocina, era muy básico,  pero hogareño. Sans era muy flojo, pero por Frisk haría lo que sea. Sans fue detrás de Frisk hacia la cocina, ella estaba preparando una tarta para cenar, él la abrazó por detrás y besó su cuello con ternura, y luego la abrazó por la cintura.

-Sans, sabes que te amo, pero no puedo cocinar si estás aquí...

-No quiero comer tarta-Sans hizo un puchero.

-¿Mm? ¿entonces que quieres comer?

-...a ti-Sans metió sus dedos por debajo del suéter de Frisk y subió hasta llegar a sus senos, empezó a frotarlos con delicadeza, Frisk soltó el cucharón que estaba sosteniendo y empezó a lanzar pequeños gemidos.

-S-sans...aahh, espera...y-yo...-él le quitó el suéter por completo y la besó mientras sentía sus senos en su pecho,la cargó y la llevó a la cama mientras la besaba apasionadamente.
Llegaron a la cama y la ropa de los dos comenzó a caer al suelo, ya desnudos empezaron a besarse, Sans empujó a Frisk sobre el colchón y se recostó encima de ella, mientras lamía sus senos fue bajando lentamente...su abdomen,su ombligo,su vientre y finalmente llegó, Frisk se movía suavemente, gimiendo, él se sentó en la cama y lentamente pasó su lengua por la los genitales de Frisk, ella gimió un poco más fuerte,un líquido comenzó a fluir de ellos.

-Frisk, ¿estas lista?...si te duele mucho sólo dímelo, ¿si?- ¿que? ¿que porque pregunta si ya lo habrán hecho varias veces?, te equivocas, esta era su primera vez, los dos lo habían deseado mucho, querían consumar su amor, pero hasta ahora solo habían tenido momentos sensuales, ninguno se sentía preparado para esto, pero ya no podían resistirlo más, los dos se deseaban con mucha intensidad.

-S-si, pero se gentil, por favor-Frisk se sonrojó, eso era lo que Sans adoraba ver, ella era tan linda no podías cansarte de verla jamás-estoy lista...

-Bien-Sans entró en Frisk muy despacio,ella soltó un gemido más fuerte que los anteriores y cerró los ojos.

-Duele un poco...Sans-su respiración están muy agitada.

-Espera un poco d-dejame...-Sans se movía vigorosamente dándole estocadas y Frisk gemía diciéndole lo mucho que lo amaba, hasta que llegó al punto en el que los dos ya no podían sentirse mejor, se vinieron juntos-Aaahhh...F-Frisk...t-te amo...no sabes cuánto...

-Y-yo también...Sans-ellos se dieron un largo beso y luego de unos minutos Sans salió de ella, la abrazó y se recostó a su costado, ella se durmió algunos minutos después, Sans la observaba dormir y le acariciaba el cabello.

-La próxima vez no seré tan delicado contigo-él le besó la frente y se durmió.

Llegaste justo a tiempo. (Frans) (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora