Capítulo VI

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Mitsuki recordaba con total claridad la conversación que tuvo hace dos noches con la madre de Akari como si hubiese sido ayer.

"Ellos han comenzado a moverse, en dirección en donde se encuentran ustedes dos, por favor...tengan cuidado"

Aquel día no durmió hasta llegada gran parte de la madrugada, sentándose en una de las sillas cerca de la cama de donde Akari dormía plácidamente con una sonrisa en sus labios. Acercando lentamente su mano, acaricio suavemente su mejilla mientras ésta se removía entre las sabanas.

—hngnn, te quiero papi...—. Murmuró entre sueños.

Él la observó detenidamente por unos segundos, y analizando fríamente todas las posibilidades que ahora mismo tenían, llegó a la conclusión que lo más prudente era regresar cuanto antes. Kirigakure ya no era una opción, así que por descarte solamente les quedaba un lugar, seguro su padre los apoyaría, como en un principio... además... Ella estará ahí con...

También tendrían el apoyo de Karin y Suigetsu, después de todo la veían como una hija más y no dejarían que nada malo les pasase. Si, estaba seguro, esa era la única opción y debería aprovechar la oportunidad, aunque su misión de recolección de información no haya dado los frutos esperados, por lo menos algo había encontrado que posiblemente y si se los presentaba al sensei, estaba seguro que juntos podrían encontrar una solución. Hoy sin falta debería de hablar con el Hokage y conseguir el permiso de salida lo más pronto posible.

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—Entonces han decidido volver ¿estás seguro de eso? Creo que una vida pacifica para ti y tu pequeña sería lo mejor aquí, en Konoha. — Argumento Uzumaki Naruto mientras releía la carta que Mitsuki le entregó en esos momentos, en sus manos se encontraba la solicitud para que abandonasen de la aldea. —Piénsalo mejor—. Intento persuadirlo, no podían darse el lujo de perder a un shinobi de su calibre nuevamente, menos ahora que gracias a su presencia y el de su hija, Boruto ha estado saliendo de su soledad.

—Lo lamento mucho Hokage-sama, pero no hay nada que usted o los demás puedan hacer por ahora— Respondió el albino muy seguro de sus palabras, saliendo de sus recuerdos este día. —Estoy realmente muy agradecido por todo lo que ha hecho por nosotros, sin embargo, esta es una cuestión personal. Espero que usted pueda entenderlo y...—. Dudo un poco en continuar. —Sepa disculparme con Boruto.

Suspirando pesadamente Naruto acepto la decisión del ojimiel, por más Hokage de la aldea que sea, él ya no tenía completo control sobre éste, ya era un hombre hecho y derecho con una hija a cuestas. No podría obligarlo a quedarse en Konoha simplemente por intereses propios; ésa no era la manera de actuar de un buen regente.

—Entiendo, si no hay más nada que decir, les deseo un buen regreso a casa— Accedió finalmente Naruto, mientras firmaba la autorización para que abandonasen la aldea por tiempo indefinido. —Pero recuerda algo—. Le recalco de manera paternal. —Siempre serán bienvenidos aquí, tanto la pequeña Akari, como tú, tendrán por siempre las puertas abiertas de Konoha.

—Gracias...

Saliendo de la oficina del Hokage, Mitsuki comenzó a caminar sin rumbo alguno por las calles transitadas de Konoha, debatiéndose internamente el siguiente paso a tomar, tan metido iba en sus pensamientos, que ni siquiera se dio cuenta que su rubio amigo lo llamaba desde el otro extremo de la calle. Aún recordaba la carita de tristeza cuando le comentó la noticia a su hija de abandonar la aldea y regresar.

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