Yo siempre desee que esto fuera diferente, que no nos hiciéramos daño, yo con mi ausencia y vos con tus palabras; yo desee tanto que esto funcionará en serio y pude soñar con que ello pasará, mi intención jamás es herir porque uno no está con alguien para lastimarlo, antes por el contrario para dibujarle sonrisas y pintarle de felicidad sus atardeceres.
Yo no sé que puedas pensar de mí después de este año que me has conocido, en realidad no sé que sientas, que pienses de las situaciones en las que nos encontrábamos o nos encontramos; puedo recordar fervientemente esa última noche donde me decías que lo único que esperabas de mí era que no te defraudará, tampoco sé si ello lo llegaste a pensar o sentir alguna vez, pero es que todo se salió de control, todo se nubló, se distorsionó y se enfrió.
Yo no puedo prometerte nada, porque sería ilógico y absurdo hacerlo sabiendo que no puedo cumplirlo, sólo deseo que esto que ni si quiera sé si tiene un nombre, tome un curso, porque de lo que si estoy segura es que sería un respiro para ambas. Acepto que la distancia hace más difícil las cosas y más cuando no sabemos con exactitud la fecha de nuestros encuentros.
Ahora ni yo sé lo que hay y es que intento alejarme de ti y tu me hablas, te hablo y te alejas, estamos y no estamos, entran personas a tu vida y a la mía también, la distancia nos fortalece pero también nos golpea.