Cartas para...

Mi yo de hace 3 años

Querida yo:

Ojalá pudieras evitar que todo lo que ha pasado te pase, ojalá pudieras evitar estar sumida en esa depresión en la que te hundes cada vez más, esa tristeza que te ahoga, que te aprieta hasta sacar la última tinta de felicidad que quede en ti.

Sé fuerte, te diría, pero sé que no me harás caso, sal a la calle, te diría, pero sé que no lo harás. Porque la vida a veces es así y gracias a ello hoy te sientes más viva, hoy eres feliz. Cuanto más te ayudaban más loca te volvías, todo va a pasar, ya no estarás enganchada a ninguna máquina porque vas a estar bien. ¡En solo tres años! Aguanta lo que tengas que aguantar, porque dentro de poco no llevarás el peso tú sola y podrás volar... No volar de la manera que tú esperabas, pero volar. Llevarás un gran secreto a tus espaldas, pero tú te lo has buscado. Tal vez no te juntes con la mejor gente, tal vez no hagas cosas de las que te enorgullezcas, pero, créeme, lo has hecho por algo, y cuando te convenzas de que has aprendido más de lo que has sufrido, valdrá la pena. Sí, mentirás a gente para protegerte, sí te enamorarás de las personas equivocadas, pero es parte de la adolescencia, esa adolescencia fugaz que pasaste. Ahora, a todas luces, eres una adulta, más madura que cualquiera de tu edad. Pink, como te hacías llamar en esa época, que, por cierto, a día de hoy sigo sin saber a qué venía lo de Pink, que luego fue Blue, que tenía más sentido, pero aún así no demasiado... En fin, Pink, todo lo que estas viviendo te va a servir para algo.

El año que viene, por si pensabas que te iba a ir mejor, la vida te va a hundir en la mierda, ¿qué esperabas? ¿Que te dijese cosas bonitas? Conmigo misma no me corto. Por si no valía con una persona enferma en casa, tu abuela va a enfermar, no te imaginas qué va a tener... Te mudarás a su casa, cosa que parece bueno para estar más cerca de tus amigas... Ah, tus amigas, de ellas te hablaré después. ¿Te parecía bueno? Dormirás en un sofá, tu salud empeorará y harás daño a las personas que quieres, ¿aún te lo parece? Tu familia te odiará, todo el barrio sabrá tus secretos, cada vez tienes menos ganas de salir de casa y lo único que quieres es desaparecer, ¿y ahora? Eso es lo que va a pasar, llorarás a cada rato, cada vez la depresión te va a ahogar más, un nombre que ahora odias te va a sonar demasiado. No me atrevo hoy en día a pronunciarlo... En su día lo entenderás.

Pasamos a hablar de las que llamas tus amigas. Lo único que parecía estable en tu vida eran tus amistades, te aferrabas a ello como si de tu último aliento se tratase. Pero a ellas no les importas, te harán la vida imposible, fingirán peleas para no ir a verte y sentirán tanta envidia de ti que llegarán a hacer cosas... Cosas que no están bien, Pink, nada bien, te han obligado a aguantar demasiado, explotarás y gritarás, cada vez te ves más enferma y no sabrás si confiar en las personas que acabas de conocer, llegarás a entender que sí puedes, ellxs te apoyarán y te aconsejarán. La voz de la experiencia te lo dice.

Te lo he pintado todo muy negro, pero no es todo así, sólo serán dos años, en el que estás y otro. Ahora el gran lastre que llevas a tu espalda no está, y eres feliz. En este mismo instante estoy emocionada, emocionadísima, ya sabrás por qué, en su momento. Y tal vez, el 24 de mayo de 2018 te animes y reúnas valor para hacerte esta carta por la que has derramado lágrimas y has pasado quizás alguna noche en vela, por no saber qué decirte a ti misma. Pink, si me permites un último consejo, ámate, es difícil, pero hazlo, yo, hoy en día, te quiero, porque sé muchas cosas gracias a ti, que te has esforzado por salir de algunas situaciones y has sabido hacerlo correctamente, de la manera menos dolorosa para los demás, pero no para ti... Tienes tanto que vivir todavía...

Recuerda, sé fuerte e intenta sonreír. Un beso, AthenaGibbson.