Te extrañe, idiota.

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En el pequeño departamento Frigga esperaba paciente a sus niños. Se hallaba sentada en la pequeña sala con una taza de porcelana blanca adornada con un colibrí que cargaba en su pico una ramita de lirio. Bebía su té de manzanilla con calma, sus delicadas manos parecían estar unida a aquella tacita que Loki guardaba con amor dentro de una vitrina compacta de vidrio, esperando que la usara solo ella, su amada madre y nadie más.

El sonido de las gotas de lluvia que chocaban con las ventanas parecían crear una dulce melodía a oídos de la reina, misma que fue violentamente interrumpida por las voces de sus hijos.

Como era de esperarse, Loki regañaba a Thor por no volar con precaución, Thor parecía querer evitar esa discusión dándole razón en todo al azabache.

Al entrar ambos guardaron silencio, pues jamás había sido de agrado para Frigga el ser interrumpida en su lectura, se sentaron a su lado y esperaron por cinco minutos, hasta que la mujer terminara aquel capitulo. Una vez terminado miró el número de la página y cerro el libro.

- Bienvenidos mis niños.- Dijo dulce.

- Ya estamos de regreso.- Contestó Loki sonriendo.

- Escuchen, yo realmente debo ir a una conferencia en Noruega, así que debo irme ya si quiero llegar a tiempo. Estaré de regreso tan pronto me sea posible.- Frigga se levantó y abrazó a sus hijos depositandoles un beso en la frente a cada uno.- Los amo, a ambos. Cuidense ¿vale?-

- Por supuesto madre.- Dijo Thor con seguridad.

- Desde luego.- Murmuró Loki.- Así que también cuida de ti madre.-

- Despreocupense de mi, una vez que llegue a Noruega su padre me tendrá más que vigilada, no dudo que estaré bien.-

Dicho esto, la reina de Asgard salió del departamento y partió a Noruega, dejando solos a los hijos de la corona, hundidos en un incómodo silencio que fue roto por el más grande.

- Entonces... ¿Me extrañaste?-

- Oh Thor, por favor... ¿No se te ocurrió algo más?-

- La verdad es que no, además es una duda real.-

Loki suspiró pesado y asintió.- Sí hermano, te extrañe bastante.-

- Yo... La verdad es que te extrañe más de lo que podría expresar en palabras.- Murmuró de regreso el más grande mientras en sus ojos se reflejaba un brillo de melancolía.

- Thor no ahora por favor... Estoy aquí. Me encontraste y estamos juntos en este momento, quita esa mirada de perro mojado.-

- Nunca fuiste muy sentimental ¿cierto?-

- Esas cosas las quemo, si dices que no puedes expresarme con palabras la falta que te hice...- Susurró Loki al momento de sentarse sobre Thor, con una de sus piernas a cada lado del rubio quedando así justo delante de él, tomo el cuello de su camisa y lo acercó violentamente hasta sentir su respiración chocar con la suya.- ... Entonces deberías demostrarmelo con acciones.-

Thor puso sus manos sobre la pequeña cadera de Loki y unió sus labios en un beso, que si bien empezó siendo dulce como la miel, éste fue subiendo de nivel a uno salvaje y apasionado. Loki llevaba meses queriendo sentir a su amado hermano de nuevo, sentirse profanado y deseado era una sensación reconfortante para él. Thor ansiaba poseer el pequeño y aparentemente frágil cuerpo del mago como solía hacerlo casi todas las noches en los calabozos de Asgard.

Pronto sus lenguas se abrazaban dentro de aquel beso, luchando por domar a la otra, batalla perdida por el azabache como era de esperarse. Pronto se separaron agitados, la falta de aire se había hecho presente y oh, como la maldecían.

Estoy aquíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora