Estoy aquí

Las cintas de grabación. (Capítulo de agradecimiento)

La luz de la luna ilumina la torre, todos están reunidos nuevamente porque oficialmente, Steve y Tony están casados. La fiesta fue únicamente entre ellos, no quería una enorme celebración, solo algo tranquilo entre sus seres más queridos. 

- Felicidades, esperamos que nos presten este lugar para nuestra fiesta también.- Dice Thor, tan radiante como siempre. 

- Por supuesto, la torre siempre será su hogar.- Responde Steve. 

- Oigan, estuve revisando algunas cosas.- Tony se pone frente a todos con su tablet en mano. El resto está sentado en la sala y el castaño sube a la mesa para más atención que todos le brindan enseguida. - ¿Recuerdan la primera vez que estuvimos todos juntos y que hicimos una pequeña fiesta improvisada porque teníamos el día libre? 

- ¿Cuando fuimos al supermercado al día siguiente?- Pregunta Bucky. 

- ¿Y que luego nos dimos cuenta de que nos habían vetado del cine por hacer la guerra?- Completó Strange.

- ¡Esa misma! Pues acabo de encontrar las cintas de grabación de esa noche. Pensé que sería lindo revivir el momento, así que ordené a VIERNES que pusiera cada grabación a su respectiva habitación y a quienes se quedaron aquí abajo, la cinta comenzará cuando nosotros subamos. De nada, que las disfruten. 

Una vez dicho esto, Tony tomó de la mano a su esposo y subió corriendo hasta su habitación seguidos por Thor y Loki.

Steve y Tony.

Después de la batalla ganada en la mesa, ambos subieron casi corriendo hasta la habitación del castaño, en cuanto entraron Steve cerró la puerta detrás de ellos y acorraló al de menor estatura en la pared comenzando un salvaje beso. Al diablo con el Steve dulce que respeta a todo el mundo, tenía años que no se sentía ebrio y mentiría si dijera que no le gustaba y lo extrañaba.

Siempre fue más posesivo y de alguna forma agresivo cuando lo estaba y la cosa rara de Thor lo había logrado. Seguramente se lo habían terminado, así que aprovecharía esta noche hasta que volviera a traer un poco y hasta que tuvieran otra fiesta entre ellos. Tony lo abrazaba por el cuello mientras Steve le acariciaba las piernas con deseo.

Lo cargó y sin separarse de aquel salvaje beso lo llevó hasta la cama, tirándolo sin cuidado alguno se quitó la corbata y el saco, sabrá dios en dónde rayos habían caído; se acomodó encima del más pequeño comenzó a desvestirle tan rápido como le era posible. Una vez que tuvo su pecho descubierto fue directo hacia sus pezones. Los mordió y succionó violentamente, arrancando gemidos descarados del castaño que se retorcía debajo suyo.

- Mhg... S-steve...- Gimió Tony entrelazando los dedos de sus manos con los rubios cabellos de su novio.- N-no seas tan... ¡Aghhh!

- ¿Tan qué?- Preguntó el mencionado al soltar el cuello del contrario y sonreír al notar la roja marca que había dejado.

- Bruto...- Murmuró riendo.- ¿Y nuestro pacto de sin marcas notables?

- Al diablo con eso.- Contesta enseguida para volver a morder del otro lado con aún más fuerza.

- Mierda...~ Un pequeño hilo de sangre recorrió su piel bajando por su barbilla. Steve comezó a hacerle varias marcas en el cuello, los hombros y el pecho, tanto mordidas como chupetones y de alguna manera, aquello le ponía de sobre manera. El maravilloso y correcto Steve Rogers siendo tan posesivo era algo que no se veía muy seguido.

- Ah... Tony...- Susurra el rubio con una voz sensual en el oído contrario.- Estás duro...- Siguió, Stark lo miraba bajar repartiendo besos y lamidas por su pecho hasta su abdomen, al quitar aquel pantalón y los molestos boxers, Tony se sintió en el maldito cielo. Steve lamía su erecto miembro de manera desesperada, lo succionaba, subía y bajaba con él dentro de su boca, lo chupaba y besaba. Tony maldecía tener un novio tan sensual haciéndolo sentir tan bien.