~Para La Depresión hay una salida~ [Lyna x ___]

Episodio 2: |La Alumna Nueva.|

[Narra ___]

Desperté por los rayos de luz del sol. Me levanté de la cama y me fui a bañar.

Después de bañarme, preparé el desayuno y empecé a comer mirando la televisión.

En los noticieros salió la noticia de que una adolescente escapó de su casa y mostraron una foto. Esa adolescente se me hacia conocida.

Momentos de ayer comenzaron a venir hacia no cabeza. Esa chica es la que ayudé ayer con su hermano.

Me pregunto, ¿Porque tenía esa marca? ¿Porque escapó?

Sonó la alarma.
07:00, mejor iré a la escuela ahora, se me hará tarde para llegar a la secundaria.

Agarré mi mochila y salí corriendo de casa. Mientras corría, miraba mi reloj.

Corrí mas rápido y llegue a la secundaria. Entré y me senté en mi lugar.

Casi no había nadie en la escuela, de pronto el timbre suena y todo el curso entra. Veo por la ventana al lado de la puerta del aula que todos los demás alumnos entran.

Una vez que todos habían entrado, la preceptora entró. Todos nos paramos.

—Buenos días.—Dijo, a lo que nosotros respondimos "Buenos Días" al unísono.—Hoy vino una compañera nueva. Espero que la hagan sentir a gusto con su llegada a esta secundaria.

Una chica de cabello color marrón, ojos color miel, anteojos y algo bajita entro al aula.

—Muy buenas tardes. Soy Lyna Haddock y espero ser su amiga y ser respetada como todos se respetan aquí.—Dijo cortésmente la muchacha.

Un segundo.. Esa voz.. Esos ojos... ¡Es la chica de ayer y de hoy en las noticias!

—Pero aquí nadie se respeta—Dijo uno de nuestros compañeros, a lo que todos respondieron con una carcajada que fue callada por la preceptora.

—Córdoba, usted quiere que yo cite a sus padres para hablar sobre su comportamiento en esta secundaria, ¿Verdad?—Dijo desafiante.

—No, perdone preceptora.—Dijo Tomás bajando la cabeza en forma de disculpa.

Después de toda esta charla, la preceptora se fue y la muchacha nueva se sentó en su lugar, al lado mío.
Noté que me miró de reojo cuando se sentó y volvió a mirar al frente.

La curiosidad me comía vivo, quería preguntarle si se acordaba de mi... Pero ella fue más rápida y no lo dudo.

—¿Tu eres el chico que me ayudó ese día de lluvia?—Dijo mirándome, sus ojos no se notaban por si cabello.

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Bueno, segundo episodio de este libro en proceso, se que dije que sus ojos eran cafés pero me acabo de dar cuenta que mis ojos eran color miel. Sorry. No olviden votar y blah blah blah.