Historia que tiene como protagonista y relatada desde el punto de vista de un padre de nombre Santiago desesperado por recuperar a su familia, encontrarse con el camino correcto para la felicidad, ya que él se sumergió en la vida de las drogas y placeres.
E
staba esperanzado de que era el final, he cometido muchos errores, soy un bebedor, drogadicto, mujeriego de lo peor.
Le prometí mucha veces a mis hijos, a mi esposa cambiar, pero siempre la embarraba, cuando estaba triste buscaba una absurda salida que era terminar en los vicios que me agobiaban. Cuando estaba en este mundo me olvidaba de los demás, me convertía en alguien que no era yo, no me estaba dando cuenta que estaba perdiendo a los seres más cercanos, mi familia.
El alcohol, la droga me hacían comportar de una manera agresiva, le pegaba a mi mujer enfrente de mis hijos, y pensaba que eso era lo único pero no era lo peor, ¡todavía no!, la bendición de un padre son los hijos pero por estar consumiéndome en este mundo malo llegaba a pegarles también a ellos.
Estaba cegado, no me estaba dando cuenta que además de perder poco a poco mi vida, se la estaba quitando a ellos, una vida que ellos anhelaban de felicidad, de compartir con su padre paseos a playas, momentos de alegría, los transformaba en momentos de destrozos y pánico para ellos.
Pasaron días y noches, semanas y meses, me estaba dando cuenta que me estaba sumergiendo en un infierno en el cual estaba a punto de quemarme, pero un ángel del cielo –quizás era mi padre--- y sentí esa corazonada, me estaba dando cuenta de todo, absolutamente de todo, me estaban dando ganas de matarme en ese instante, pero mi ángel me habló:
Esa no es la manera ---me dijo
Entonces, ¿qué puedo hacer? ---le repliqué
Recuperar lo perdido ---respondió
¿Recuperar lo perdido? ---pregunté
Nunca es tarde para recuperar el amor de los que en verdad siempre han estado para ti ---contestó la voz angelical
Hubo un momento de pausa... el viento soplaba, se escuchaba el aire rondar por todo mi cuerpo, lo sentí hasta mis venas. De repente la conversación volvió a su rumbo:
Iré inmediatamente a hablar con los míos para poder recuperarlos ---a viva voz le mencioné a mi ángel
No, aún no, ¡todavía no! ---rápidamente contestó
¿Por qué no? ---pregunté
Para poder hablar con los tuyos, debes de aceptar que cometiste errores, debes de buscar y refugiarte en la persona que siempre estuvo contigo en todo momento, aquella persona estaba recibiendo la misma dosis que tú y no lo notabas, y que de una u otra manera quiso hacerte entender que estabas en el camino equivocado.
Pero, ¿Quién era esa persona? ----con una mirada profunda y una voz severa me lo dijo
Es Dios, él siempre está contigo aunque no lo veas, pero en tu corazón siempre lo estará y él mismo te llevará a tomar la decisión correcta para recuperar tu vida de felicidad, esa la que te mencioné hace un momento, recuperar lo que perdiste.
Es hora de marcharme, pero te dejaré con el hecho de que busques a Dios, y pueda guiarte por el camino para que puedas hacer bien las cosas. ---me dijo aquella voz angelical
Enseguida de haber escuchado eso, la corazonada en mí había desaparecido.
¿Qué había sucedido? ----me pregunté a mi mismo, pero me di cuenta que el tiempo jugaba en mi contra, no pude agradecer a aquella voz angelical, entonces sin mirar reloj fui en busca de Dios.
¿Dónde estaría? ¿Sería corto o largo el camino? ¿Qué me iba a suceder durante la trayectoria? ----preguntas y más preguntas vinieron a mi cabeza. Era hora de partir.
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Escritos Pasajeros & Algo Más
RandomEscritos cortos en donde me desahogo, explico realidades a mi manera, y dándole una estocada al amor. Con nuestras acciones forjamos nuestro propio futuro y ¿Cuál es el tuyo?