Marci

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Con solo ver por la ventana después de despertar Marci podía decir que su día había empezado, le encantaba ver su nuevo jardín en donde ya había plantado sus flores favoritas,las margaritas, que la definían perfecto, las margaritas simbolizan optimismo, sencillez e inocencia, bueno tal vez Marci carecía un poco de inocencia, pero esa falta de inocencia era algo que le sobraba de optimismo desde que descubrió que no todas las personas eran buenas la vida le parecía mejor estando sola o con su familia, aunque aún la atormentaba algo, como si alguien la estuviera viendo, ese presentimiento lo tenia desde hace una semana, cuando su padre habló mucho tiempo con alguien fuera de la casa Diaz, pensó en quien podría ser esa misteriosa persona por días pero no lograba entender quien podría ser, se le había ocurrido qué tal vez fue un vecino que llegó a dar les la bienvenida o de algún curioso que fue muy directo al preguntar quien se estaba mudando, le preocupaba que fuera alguien de su pasado, en especial que fuera Comet quien había ido de visita, claro esa posibilidad fue descartada en cuanto recordó que fue el quien la alejó, el simple hecho de recordarlo le causaba un frío que le inundaba el corazón, tanto le afectaba un muchacho, eso le sorprendía, cuando se fue a estudiar prometió no pensar en el, olvidarlo, recomenzar, pero nada de eso servía, finalmente sus pensamientos se vieron interrumpidos por el sonido del timbre, sonaba a la misma hora todos los días, su padre se ofrecía a abrir pero hoy sería distinto, su padre no estaba y le correspondía a ella atender la puerta.

Del otro lado un chico con capucha se preparaba para otra discusión con el padre de la castaña que tanto buscaba, aún cuando ya llevaba una semana con la misma rutina de tocar la puerta de la casa con la única finalidad de ver a su amor correspondido, porque el sabía que Marci aún lo ama, aún insistiendo en padre de Marci le prohibía todo acceso o contacto con ella, aunque Marcó no podía evadir la magia y de eso se aprovechaba Comet. Espiaba a Marci las 24 horas aunque anhelaba poder disculparse y tocarla , obvio no de la mala manera, no le era posible no intento usar las tijeras para llegar a la habitación de la Joven Diaz por respeto a ella y por los nervios que le causaba solo verla, parecía que Comet era un adolescente enamorado pues Marci causaba en el el miedo pero la felicidad.

Después de esperar unos 5 minutos vio como la puerta se abrió revelando a una castaña recién levantada y con pantuflas de conejo, al inicio Comet solo  bajo la mirada y jugó con sus dedos, mientras Marci solo lo miraba extrañada.

— Oye amigo, ¿pasa algo malo?— Comet also la vista y admiro esos ojos chocolate que tanto extrañaba— Oh mierda—Marci estuvo por cerrar la puerta en la cara de el rubio, pero este la detuvo con su pie

— Marci,mi pie, mi pie— gimió el joven con dolor, Marci seguía aplicando fuerza en la puerta para impedirle el paso,cosa que sirvió de poco pues Comet dijo algo que le quitó todas las fuerzas a Marci.

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