°˖✧ ABOUT YOU °˖✧ 2Seok

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About Hoseok ✾  

— Oh no Hoseok, ni lo pienses — mi cabeza golpeó contra el acolchado asiento de la camioneta, Yoongi había retirado su hombro al escuchar aquella frase— ¿Eres tonto verdad? siento que después de la última vez no aprendiste que las apariencias engañan.

— Vamos... no es ESO a lo que me refiero— mentí.

— No mastiques más de lo que puedes comer y sea lo que sea que haya ocurrido hoy con aquellos dos sujetos no es asunto tuyo, no lo pienses mucho.

— Apenas dije algo y tú sacando conclusiones apresuradas— me enderecé nuevamente en el espaldar de cuero.

— Es mejor prevenir que lamentar , te conozco mejor de lo que crees .— Tenía razón, pero al retomar aquel recuerdo llevadero de hace pocos años preferí desviar el verdadero fin de la conversación.

— ¿Desayunaste libros hoy para que me prediques tus moralejas?

— Por causa de tu inestabilidad es muy estresante verte en las nubes — porque sabe perfectamente que eso solo ocurre cuando empiezo a caer en las empinadas montañas del "me preocupa alguien", problemas ajenos que deseo resolver. ¿Qué está mal entonces?
Ese interés no llegó a un limite en el cual solo apoyaba mucho a esa persona, de un momento a otro quería permanecer a su lado, ser aquel soporte que necesitaba y yo podía ser retribuido con su felicidad porque yo era la causa de ella. Los sentimientos egoístas podían escabullirse entre lo más recóndito de mi personalidad, pero afloraban en forma de lágrimas cuando el domo de felicidad se quebraba poco a poco por la verdad. "Me gusta alguien más Hoseok, no quería que lo malentendieras" "Aprecio mucho nuestra amistad, pero esto te está lastimando a ti ¿verdad?" "Es mejor dejar de vernos". Y se olvidó por completo de mi existencia.

El silencio entre ambos hizo presencia al cabo de unos minutos, la emisora empezaba a tocar animadas melodías de los 90, pero dejé de escucharlas al rendirme ante el cansancio y cerrar los ojos.

Taehyung no había vuelto a casa, solía pasar cuando las emergencias en el hospital surgían por lo que mandaba un mensaje si eso ocurría. Abrí las ventanas para ventilar el ambiente y una fresca ventisca se hizo paso hacia mi habitación, los días regularmente pasaban volando pero... ¿Por qué hoy veía que todo pasaba tan lento frente a mí? En el intento de quedarme dormido retorné a aquel bosque poco iluminado donde las estrellas eran los únicos faroles irradiando fragmentos de una silueta solitaria, estaba inmóvil. Me acerqué con cuidado para descubrir que aquella presencia era Seokjin y mi corazón empezó a doler, tenía una mirada triste. 

Las palabras no salían de mi boca, tenía la necesidad de consolarlo y preguntarle que ocurría, pero no me miraba. Intenté alcanzar sus brazos para llamarlo y tan pronto como me moví su cuerpo repentinamente se desvaneció en suelo quedando solo restos de pétalos blancos. Los tomé con cuidado y pude reconocer el orígen de estos.

Desperté con la respiración apresurada y a tropezones saqué el álbum de fotos dentro de los cajones de mi ropero. En el campo de mis abuelos solían plantar flores blacas alrededor de la pequeña casa, eran hermosas sin embargo no era todo lo que tenía que saber acerca de ellas. 

— ¿Alguna vez  tuviste miedo de ti mismo, Hobi?  — Dijo mi abuela mientras le ayudaba a  plantar Cerasíferas , así fue como me dijo que se llamaban.

— Bueno... la verdad cuando me encontraba enojado logré mirarme al espejo y me aterró aquella imagen de mi mismo —  respondí rascando mi nuca con vergüenza.

— Entiendo, perdiste el control ¿Lograste mantener tu compostura luego de eso?

— Fue difícil, pero sí ¿A que viene la pregunta Nana? 

— La señorita Minshye vino hace unas semanas con su pequeño, digamos que él no se encontraba muy bien de salud en ese momento.

— ¿Un resfriado nuevamente? Ese chico es muy débil abuela, el me contó que no puede salir de casa debido a eso.

— Esta vez no solo eran los pulmones los que le dolían también tenía fiebre. Al ponerle el termómetro noté que tenía pequeños hematomas en sus brazos y piernas — dijo con tristeza. A mi corta edad mi abuela solía ser mi heroína, era hábil en emitir confianza como lo era con las plantas medicinales.

— Entonces... ¿Te contó el porqué? — Jimin era muy tímido, pero no cuando se trataba de Nana.

— Después de que tomara el té de albahaca esperé a que descansara y hablé con él, le preocupaba su madre, ella no estaba durmiendo del todo bien y empezó a beber más seguido apenas volvía a casa con Jimin. Estos días evitó acercarse porque parecía muy enfadada con él.  — Jimin se echaba siempre la culpa de ser débil, el pequeño rubio se sentía como una carga para sus padres, sollozaba continuamente y yo solo podía decirle que no era así, que ellos lo amarían siempre como fuera. Así que temí lo peor cuando Nana tornó la conversación hacia el verdadero causante de esos hematomas.

No quería creerlo. 

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Minimaratón 1/2

Bienvenidos al comienzo del lado oscuro de esta historia:).