Volver

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La primera vez que Magnus se derrumbó, fue cuando debía volver.

•••

Tomó el aire que necesitaba para respirar, estaba atemorizado habían pasado años desde la última vez que los miro ah los ojos.

Él no quería... Alec tampoco

Estaba tomando la decisión más difícil de su vida y ni siquiera era una opción, la vida era demasiado injusta, él lo sabía, siempre lo había pensado. Cuando por fin piensas que puedes ser completamente feliz... él mundo da un giro de 360° y te arruina la existencia en menos de un segundo.

Magnus no estaba listo para volver y quizás nunca lo estaría, sus padres no eran del todo su mayor preocupación, le dolía... realmente le dolía, dejar ah aquel increíble chico de ojos azules le desgarrada el alma. Jamás había sentido un amor y deseo tan grande, jamás había sido correspondido antes y ser feliz era solo un sueño.

Alexander Lightwood lo era todo

Todo...

Y ahora debía dejarlo atrás para volver ah aquella vida miserable que tanto había odiado. Tomó valor esta vez, ambos los sabían... lo habían escuchado y ah Magnus se lo habían confirmado, pero no lo había dicho, no en voz alta.

- ¿Querías hablar conmigo? - el ojiazul ni siquiera lo miro ah los ojos

- Si - apenas fue un murmuró - yo... Alec... yo - los nervios invadían todo su ser, sin evitarlo, sujeto con fuerza la mano de su pareja - Alec, debo volver - su corazón se rompió, dejando caer la primera lágrima

Alec no lo resistió más y levantó ah su chico sin pensarlo, las piernas del moreno en su cintura y su cabeza sobre su hombro - Te amo, te amo, te amo - repitió una y otra vez - juro que iré ah por ti - Magnus sollozaba

- No quiero, Alec... no quiero - uso más fuerza - quiero quedarme aquí, contigo, no quiero dejarte... no me dejes, por favor, no me dejes -

Al ojiazul le dolía en el alma cada palabra, cada letra, su chico lloraba como si nunca lo hubiera hecho y él no podía hacer nada para cambiar las cosas, aun con su mayoría de edad no podía hacer nada para hacer ah su novio feliz, mantenerlo ah salvo.

- No me dejes - sollozaba - por favor no me dejes, quedate conmigo -

- Lo siento, bebé - apretó al pequeño con fuerza - Te amo Magnus, te amo. Iré por ti lo juro -

- Alec... Alexander - sollozaba dejando caer un mar de lágrimas - por favor, no me dejes ir, ayúdame. Por favor... -

Cuando menos lo pensó tuvo que partir.

Primeras veces - MalecDonde viven las historias. Descúbrelo ahora