Último Adios

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Tres semanas después.

- ¿Cómo quedó? - preguntó el Dios.

Aunque no lo quiera admitir, se había encariñado con aquel joven en tan poco tiempo, pero ¿Cómo no hacerlo? Si era perfecto, su cuerpo, su rostro, su actitud, todo en el era perfecto.
Se había curado hace ya dos semanas con ayuda de Parker, pero no se fue, al contrario, lograron que la Tía May lo dejara quedarse, aunque claro que Loki cambió de forma a la de un adolescente para que aceptara la mujer.
Ahora mismo estaban practicando el arte de cocinar.

- ¡Esta muy rico! - elogió el menor, viendo como el Dios sonreía de costado porque sus esfuerzos dieron frutos.

- Es la primera vez que hago esta pasta rellena..

- Ravioles, y juro por lo que más quiera, que te salieron riquisimos, mira - tomó uno con el tenedor para llevarlo a la boca del azabache, poniendo su mano por de bajo para que no se le cayera al piso.

Loki, con algo de desconfianza abrió la boca. Sintió como el tenedor entraba con cuidado a esta y aquella pasta con salsa estaba dentro, mordió aquello para ver como Peter retiraba el tenedor sonrojado, dejando adentro aquel raviol.
Mordió y saboreó aquello, de verdad era rico, demasiado, seria un Gran Chef seguro.

- Merezco un premio por esta maravilla hecha por mis manos - comentó después de tragar.

- Jeje - Peter rió por aquello, miró los labios del Dios, notando que había salsa en ellos - Espera, tienes..