Parte I: Introducción a su nuevo hogar. pt 2

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El causante de su catástrofe, de su terror, de sus lágrimas y el pánico del momento había sido lo que después conoció como "mariposa".

Changkyun había sido obediente, había estado quietamente maravillado en los brazos de Hyungwon en todo momento, había experimentado la felicidad y las emociones burbujeantes cómodamente abrigado con esa chaqueta gruesa y muy pesada, incluso había sigilosamente indicado los lugares donde quería ir con sus suaves patitas blancas en el cuello del humano para que pareciera que estaba dándole una caricia.

Los niños pequeños se le acercaban de la mano de sus padres y Hyungwon no había tenido el corazón para negarles a esos pequeños el tacto con tan suave y tierno pelaje del minino, de todas formas, le había dicho a Changkyun que debía comportarse y así lo estaba haciendo.

Casi dos horas después de salir del auto volvieron a subir para recorrer otros sectores del amplio nuevo mundo.

Aunque lo normal es que le gustara estar en silencio, una vez resguardado dentro de la gran máquina que los llevaba a todos lados, el gatito gritaba extasiado sobre todo lo que había visto, los olores nuevos, algunos alimentos dulces que Hyungwon había comprado para ambos, todas esas cosas que nunca había visto en su vida o solamente en cuadros, le parecían de lo más espectacular.

No podía entender a ciencia cierta por qué el señor científico le había mentido de esa manera.

—Si te gustó el día de hoy, imagínate como será cuando el cielo esté bonito.

Changkyun quería ver el cielo bonito.

Recorrieron el comercio de la ciudad, claro, los lugares donde sí eran permitidas las mascotas, pasearon por algunas áreas verdes, caminaron en las distintas poblaciones de casas para que Changkyun pudiese conocer las distintas arquitecturas existentes en ese lugar.

En varias ocasiones tuvieron que huir de perros bastante agresivos, Changkyung no sabía nada de ellos, pero ahora los odiaba. Estaban arruinando su único día de libertad, malditos animales feos y sucios.

—Oye, pero ese perro de ahí es bonito, es muy tierno —El gatito alzó sus orejas y clavó sus pequeñas garritas en el pecho del humano, provocando un gritito y salto no muy masculinos—. Bien, perros malos, todos tontos y feos, ¿feliz? —Changkyun estaba feliz.

Antes que el día empeorara más de lo que ya lo estaba haciendo, Hyungwon caminó hasta sentarse en un pequeño parque, bueno, más bien parecía una plazoleta de lo pequeña que era, no tenía árboles pero sí unos cuantos juegos para niños pequeños. Se le había ocurrido una idea.

—Changkyun, ¿no quieres intentar jugar allí? —El gatito siguió con la mirada el dedo que apuntaba esos fierros de colores bastante grandes y extraños, le causaban algo de inquietud—. ¡Vamos! es divertido, son juegos de niños así que no son peligrosos.

Si la vida no se basara en tomar algunos riesgos, ¿qué habría de divertido en ella?

Hyungwon lo sabía bien, por ello tomó el cuerpo tenso del pequeño minino y lo posó con suavidad en el asiento de bebés del columpio más pequeño que había, le ordenó sujetarse fuerte, no asustarse ni saltar porque podría ser perjudicial para él, y comenzó a balancear el asiento sujeto por cadenas que provocó en el pequeño gatito un dolor extraño en el estómago.

Había miedo, sí, sus garritas se habían enterrado en la madera para no caer, pero por cada pequeño empujón que casi no se sentía de parte del veterinario, Changkyun comenzó a ronronear de lo relajante que era para él recibir el viento en la cara.

manual de cuidado y protección de im changkyun ; jookyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora