Era una fría tarde de invierno en 1992. Las calles estaban vestidas de un blanco enceguedor que caracterizaba esa época navideña. La gente estaba en los shoppings comprando adornos navideños y demás, mientras que yo, Elizabeth Denninson, me dirigía a Seattle. Un 20 de Diciembre rumbo a aquella ciudad megapoblada de enloquecidos muchachos haciendo compras de último momento. ¿Yo que hacía? Ir a encontrarme con Kurt Cobain. Si, señores. Un viaje de casi dos horas para ver al señorito que había sido compañero de secundaria, y que ahora era un músico famoso.
Desde tiempos remotos he sido fan de su obra; o al menos, desde Fecal Matter. Nunca supe de su interés por la música hasta que nos obligaron a hacer pareja en la clase de Química. Mi gran amor por su arte ha hecho que ahora esté preparando un gran proyecto: La Biografía Oficial de Nirvana. Gran imaginación, ¿no creen? Después de todas las cosas no-autorizadas se me ocurrió hacer algo que diga todo al pie de la letra, resaltando la verdad. Lo único que necesitaba era localizarlo y entrevistarlo con todas las tácticas que aprendí en mi corta vida como entrevistadora, con la ambición en alto.
Ya habían pasado las dos horas que creía me serían suficientes para llegar. El tráfico era un desastre. ¿A quién se le ocurre ir 4 días antes de Noche Buena a Seattle? Bueno...a mí, ¡Pero no deben hacerlo!
Deteniéndome en un semáforo en rojo, decido ponerle algo de diversión a mi silencioso viaje por aquella ruta interminable, encendiendo la radio.
"¡Woohoo! ¡Acabamos de escuchar a U2 en Radio KISW 99.9! Las rutas a Seattle están horriblemente colapsadas, al menos 30 largos minutos de demora. ¡No hay que hacer compras a último momento, amigos! Si eligieron ir a la Ciudad del Grunge por Navidad, fue un mal día para hacerlo. Acompañaremos a los afectados con la mejor música!"
一Díganmelo a mi, buena música一 bufé. 一¿Por qué elegiste una día así, Elizabeth?一 me reto a mi misma, como solía hacerlo la mayoría del tiempo.
Vivir solo no es una tarea fácil, al menos, no lo fue para mí. Fue algo difícil acostumbrarme de los mimos de mi madre a la soledad infernal de todos los días. Podría entender a cualquier renegado que vive solo. Es horrible aquel silencio que sientes y el abandono que a veces sufres...y eso a veces lleva a la gente a hablar solo. Por suerte, tengo a mi querida Stocking; una perrita de un año que me hace gran compañía, y que no me arrepiento de haber adquirido.
El tráfico avanza y una sonrisa se forma en mi rostro. Comienza Give It Away de Red Hot Chili Peppers y comienzo a seguir el ritmo. Parece que las noche se ha despejado.
Mi destino estaba frente a mis ojos: La Gran Ciudad de Seattle. Un sentimiento extraño me recorre. ¿Angustia, nostalgia? La última vez que puse mis pies aquí fue para el entierro de mi abuela, supondré que es por eso.
Rápidamente, voy hacia donde Kurt me dijo que debía dirigirme. Íbamos a encontrarnos 19:30 pero son...¡Las 20:00! Miro el papel que decía la dirección y tomo los atajos que escasamente conocía hasta llegar al bar.
Era un bar como cualquiera, pero no del todo. Un guardia de seguridad esperaba en la puerta y al llegar, pidió mi nombre. Era el bar al que todos los famosos acudían, no era muy común.
Había una escalera y esta bajaba hacia un antro con luces magenta y morado. En el aire se percibía humo de cigarrillo y eso impulso mis ganas de volverlo a consumir, pero no me ganaría de nuevo. De lejos, puedo apreciar la figura inconfundible del tío que buscaba: Un rubio con aspecto sucio, flaco y pensativo. Se encontraba mirando a un costado y, al ver que había llegado, sonrío.
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Heart-Shaped Box
FanfictionAl comenzar a hacerle una entrevista a una de las estrellas de la escena grunge, Elizabeth Denninson, amiga de secundaria de Kurt Cobain, comienza a darse cuenta que sus sentimientos olvidados inútilmente volvieron a surgir: se siente enamorada de C...