Heart-Shaped Box

4 - Stocking lo había presentido

Las pesadillas jamás han ayudado a nadie a dormir tranquilo, y menos mis pesadillas. No sé si llamarlas del todo así, pero, sus paisajes, su ambiente, su trama...pretende dar miedo pero es excepcionalmente atractivo. Lo sueños lindos hacen que duerma bien, pero las pesadillas al estilo Elizabeth, son tan calmas que puedo darles un puntaje alto.

Mis ojos dejan ver el mundo real y mi cama está horriblemente desordenada, de seguro fue por Alenna. Tomo el vaso de la mesita de luz y veo que está vacío, me lo han tomado. Suspiro y me decido a ir a lavarme la cara.

Al llegar al baño creo escuchar murmullos desde el living, pero creo que es solo mi imaginación, o las chicas. No deben ser mis amigas solas, pues se oye una voz de hombre muy bajo, quizás es la televisión.

Sin peinarme, arreglarme, ni nada por el estilo, salgo. Pues, estoy solo con mis amigas, ¿verdad? ¿De qué habría de preocuparse?

Sigo oyendo las voces y dudo. Risas, voces, risas cada vez más fuertes...

¿Estaré agonizando?

Me acerco lentamente a la puerta que separa el living del comedor, y puedo divisar un cabello color rojo. Pero no rojo natural, sino, rojo intenso. Intensamente aterrador. No veo el cuerpo por completo, así que al ver a mis amigas me tranquilizo y asomo toda mi figura sin temor.

-Buen dí-

!¿Kurt

C-Cobain?!

¿En mi casa? ¿Con mis amigas? ¿Cómo?

-Hola, bella durmiente- dice Melanie. -¡Te trajimos algo!

Titubeo, sonrojándome.

-Ya veo.

-Sé que fue inesperado, Chloeliza- me sonríe Cobain. -Pero tus amigas insistieron, y siendo tu no pude negarme.

Sarah forma una expresión de ternura al oírlo, no puedo evitar sonrojarme más.

-¿Como?- Logro decir.

Logro ver la agenda de teléfonos en el suelo, e interrumpo a Melanie que estaba por decirme.

-Por lo menos me hubieran avisado, estoy hecha un desastre- reslopo y muevo un mechón de cabello. Sonrío.

-Te vez linda así, normal- dice Kurt.

¡Para! ¡Para de avergonzarme aún más!

-Creo que voy a hacer algo para comer- hago como si lo ignorara, para tratar de escaparme de esa situación de verguenza.

-¡No te preocupes, Lisa!- grita Melanie y acelera mi corazón.-Ya he preparado todo para que puedas permanecer aquí sentada.

SENTADA.

¡Con la verguenza que tengo!

-Chloe tiene razón, tú...

-¡Melanie!

-Melanie, debiste avisarle antes de que yo llegara- se hace el enojado.

-No hacía falta, Kurt- respondo con paciencia. -Siempre eres bienvenido aquí, y lo sabes.

Él sonríe, su sonrisa hace que mi corazón se calme pero aún así, se averguence.

¿Como Dios puede traer algo tan atractivo al mundo? Es como un ángel caído, y lo que pienso me hace sentir pecadora.

Me siento en la silla y me dispongo a hablar con ellos.

-No creí que te fueras a hacer famoso, Cobain- dice abruptamente Alenna. -Eres impresionante.