3 - La visita tan esperada

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Esa noche me acosté pensando en lo que me había dicho Kurt. Había olvidado completamente lo que le había aconsejado, y muchas cosas más de la secundaria que hable luego con él. No creí que fuera tan importante para su persona como para que recuerde una frase mía...

'Cuando me encontraste tratando de suicidarme, me explicaste que la vida es un regalo que hay que apreciar.'

Un regalo que hay que apreciar...sería feliz en esa época. 

Soñé toda una noche con ojos celestes que me decían lo mucho que me apreciaban, fue extraño, pero cierto.

He esperado al menos cinco semanas para este día. He invitado a una de mis mejores amigas a mi casa, espero que no lo haya olvidado.

Me propongo a ordenar toda la casa para recibirla como una reina. Levanto las sillas que estaban tiraban hace veintidós horas y sacudo todo lo que tenga polvo. 

—Pensandolo bien— miro a Milkshake para no hablar sola, no sé cual de las dos opciones es más extraña. —Debería quitar algunas cosas de estas paredes.

Observo los cuadros de mi padre y de mi madre. Derrick Greg Denninson, el macho-alfa de mi adolescencia; veo su mirada tan penetrante y aterradora, la de un auténtico golpeador y abusador de mujeres. Verlo me da asco, y bajo el cuadro que solía adornar la sala. Ahora miro el de mi madre, Mary Ann Jones-Denninson; una mujer tan adorable y cariñosa, de la cual jamás podre estar orgullosa. También bajo su cuadro, y me dirijo a mi cuarto para situarlos debajo de mi cama, como los monstruos que son. Desearía algún día no ser como ellos con mis hijos, de solo imaginarlo me da náuseas. En lugar de los molestos cuadros pongo diarios que he guardado como lo acumuladora que soy, los cuales tienen frases irónicas e irrelevantes.

Prendo el televisor y miro las noticias, el mundo sigue igual que antes, así que cambio de canal hacia MTV.

Me dispongo a seguir limpiando y dejar de distraerme con recuerdos de la infancia y bobadas de la adolescencia. He tratado de que la música calle mis pensamientos inóspitos, pero aunque la música este tan fuerte que puedas romperte los oídos, a veces no puedes dejar de oírte a ti mismo.

Mientras estoy limpiando el baño, una canción desde lejos llama mi atención.

With the lights out, is less dangerous!

Kurt, quisiera que dejaras de aparecer en mi miserable día. Río mientras escucho la canción y la tarareo mientras limpio. 

Pasadas las 13:00 ya tenía preparado todo para que llegase mi querida amiga Alenna Phillips. Pensaba comer con ella lo que pensaba comer ayer pero no cocine debido a mi estado emocional. No puedo creer como algunas palabras del rubio de ojos azules hayan cambiado completamente mi día y mi forma de pensar. Aunque parezca que estoy bien del todo, cada vez que pienso en la multa me surge un escalofrío, aún no estoy salvada.

Suelto todo mi peso en el sillón y cambio el canal. Quizás vea los chismes de famosos, es divertido cuando se pelean entre ellos. Cuando pongo el canal golpean la puerta, hay timbre, ¿sabían?

Miro por la mirilla y es ella, Alenna. 

—¿Phillips?— río, y le abro la puerta.

—No molestes, Denninson— me sonríe, ¡está igual que siempre! —Cuanto tiempo.

—No te veo desde hace tres años, idiota— la abrazo. —Te extrañé.

—Si no te molesta— me aleja un poco. —He traido a otras personas.

Heart-Shaped BoxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora