"Te conocí en el aeropuerto" con Kendall Schmidt♥

Capítulo 1

(Narra TN)

Maleta cerrada, vida nueva. Si, estoy por mudarme, ¿A dónde? Bueno, comenzaré por el principio. Mi nombre es TN, tengo 19 años, vivo o vivía en (TP) con mi madre, mi padre y Camila, mi hermana mayor que estudió música en una prestigiosa universidad.

Desgraciadamente, mis padres estaban en constantes peleas al punto en que decidieron que Camila era mayorcita como para comenzar su vida en otra casa y yo, bueno, terminare mis estudios en Los Ángeles. Viviré sola, iré a mi último semestre de universidad en la McGraw School, para la carrera de diseño y dependeré de la pequeña fortuna mensual que me proporcionaran, tendré todo, menos a mi familia unida.

Partí al aeropuerto con mí madre. Al despedirme, pequeñas y breves lágrimas salieron de sus ojos y unas dulces palabras de cariño.

***

Estaba en la cafetería del aeropuerto, ya en Los Ángeles, cuando escuche y vi un pequeño alboroto. Eran un montón de chicas gritando, con carteles y sacando fotos. De repente aparecieron unos apuestos chicos, seguidos de guardias de seguridad. Me resultaban familiares, espera...¡¡Eran los hombrecillos de los afiches de Camila!! Me levante de inmediato y comencé a sacarles fotos, ya que, aunque no era su fan, sabia algunas de sus canciones y Camila me mataría si se enterase de que los vi tan cerca y no los retrate.

Estaba guardando la cámara cuando choque con alguien y caí sobre el, tirando mis cosas y las maletas.

Xxx:-¿Estas bien sobre mi pecho,linda?

TN:-¡Oh!,como lo siento...aguarda...¡¡Tu eres Kendall de BTR!!

Kendall:-Si, hermosa...te ayudo...-Dijo mientras se ponía de pie y me tendía la mano para yo poderme levantar.

TN:-Gracias y disculpa, de nuevo.

Kendall:-No hay por que linda-dijo mientas levantaba sus cosas y las mías.

Después de esto,me las entrego y se arreglo un poco la camisa y la chamarra que llevaba puestos. Se despidió de mí y me tomo de la cintura para darme un abrazo rápido al igual que un corto pero delicioso beso en la mejilla, cerca de los labios.

Tras un grito de sus otros tres acompañantes salió corriendo con su mochila y maleta en brazos, volteando rápidamente a verme. Yo solo sonreí como una tonta, mientras me acariciaba la mejilla y recordaba ese beso, que nunca se repetiría...