Choi MinHo.

La familia Choi

-¡Quiero un auto a control remoto como ese que está ahí!
-Se ve espectacular, ¿No?
-¡Si!
-¿Crees que a mamá y papá les moleste que usemos la tarjeta para comprarlo?- El pequeño lo piensa y niega enérgicamente. El chico que lo lleva de la mano sonríe- Entonces, vamos por él.

Choi MinSeok. Un joven de 17 años, sonríe una última vez y entra a la juguetería. Deja que su hermano menor, MinHo, eliga el auto que quiere y cuando esto sucede, van a caja a pagarlo.
MinHo se ve feliz ahora que juega en casa con aquel coche de juguete.

-¿En que tanto piensas, Min?- Se sienta Suzy, su novia, a su lado en las escaleras-
-Oh, en nada. MinHo se ve muy feliz con ese nuevo juguete- sonríe.
-MinHo se ve muy feliz aún sin juguetes. Es un niño alegre.
-Lo es- sonríe con orgullo- Yo podría atreverme a decir que es mi hijo- Suzy ríe ante ello.

Choi MinHo. El menor de dos hermanos, es un niño de ocho años.
Va en una escuela privada, al igual que su hermano mayor, MinSeok.
Sus calificaciones son buenas, y sus lujos varios.

Hijos de Choi SiWon y Kim Yura, tienen dinero para cualquier gusto que se quieran dar. El precio no es problema para una familia que tiene como sustento a un importante político y a una empresaria ejecutiva. Claramente el dinero es algo insignificante, algo que sobra.

La noche llega, la hora de cenar también, los padres de los chicos ya están en casa y la cena la ha hecho la empleada ya. Por lo cual, esta noche la mesa es ocupada para una cena familiar.

-¿Y como les ha ido en el colegio?-Pregunta el padre.
-A mi me va bien, llevo buenas calificaciones y todo va bien con Suzy.
-Ah esa niña- Dice Yura en un suspiro- es tan linda. Se ven hermosos juntos.
-Gracias, mamá.
-¿Y tú?- SiWon mira a MinHo- ¿Como han ido tus estudios?
-¡Van bien! Aprendí muchas cosas. Manzana en inglés se dice Apple- Su voz resuena con emoción- Me enseñaron muchas operaciones, y también jugué con muchos niños de otros grupos- ante aquello último los padres miran a MinSeok.
-Oh- este se aclara la garganta- Están haciendo un programa de convivencia en la escuela, dos veces a la semana han estado saliendo más tarde pues al final de clases juntan a los niños de primero a cuarto para que se conozcan y hagan diversas actividades y las llaman juegos.
-Pues que bien-Dice el padre con ánimo- me alegra que a ambos les esté yendo bien en el colegio. ¿Los han estado alimentando bien?-Ambos chicos asienten- Perfecto.
-Papá- MinHo le llama- MinSeok me compró un auto a control remoto.
-¿De verdad?-finje sorpresa de aquello, pues ya lo sabía. Cuando alguien usaba las tarjetas, inmediatamente le llegaban notificaciones a su celular al respecto-Muestramelo.

MinHo asiente con emoción y va por aquel auto que le fue proporcionado hace dos días. Si, desde entonces (y de hecho, desde antes) no habían visto a sus padres. Cuando vuelve, pone el auto en el piso y lo hace funcionar.

-Es genial, mi amor- dice la madre viendo el auto- es muy bonito.

Siendo las 9:15 de la noche. Se levantan de la mesa dejando los trastes sucios en el lavabo. SiWon se dedica a jugar con MinHo y el nuevo auto que posee, mientras, MinSeok sube a dormir, y su madre toma un baño para relajarse.

-Descanza bien, pequeño- Yura cobija al menor con una sonrisa- Sueña con los angelitos.
-Tú también, mami.
-Buenas noches.
-Buenas noches, mami.

Yura deja un beso en la frente de MinHo y sale de la habitación dejando a MinHo a oscuras listo para dormir.
Camina arrastrando los pies y bostezando, se encuentra en el camino a MinSeok.

-Pensé que dormías desde hace un rato.
-Dormía, pero tenía que ir al baño.
-Oh ya veo. Por cierto, mañana voy a entrar tarde. Así que los iré a dejar al colegio.
-¿De verdad?- El joven sonríe ante aquello.
-De verdad- ella imita sonriendo- Así que mañana bajen para desayunar a las 7.
-Estaremos listos.
-Perfecto, Buenas noches- da un beso en la mejilla del chico y se va a su habitación.

MinSeok regresa a su habitación feliz, tenía años que su madre no los llevaba al colegio y era genial que eso pasara, pues hasta donde recuerda, a MinHo jamás lo había llevado al colegio.

MinSeok se siente afortunado, pues cuando él era pequeño, su padre no estaba tan ocupado, ya que ocupaba un puesto bajo en el gobierno, y ni hablar de su madre, ella trabajaba de ocho a cinco de lunes a viernes. Sus padres estaban con él y llevaban una buena vida, nada de que quejarse.
Cuando MinHo nació, todo era perfección, MinSeok tenía nueve años y su única preocupación eran los juguetes y su hermano.
Cuando MinHo cumplió un año, su padre se adentró en la política completamente y había logrado sacar provecho de aquello. Lo veía solo en las noches ya que el día lo ocupaba en el trabajo, pero ánimo, tenía a mamá.
Sin embargo dos años después, Yura consiguió ser la mano derecha del dueño de una importante empresa... Y había salido por todo el día también. Después vino una mudanza y terminaron en una casa con más espacio del necesario.
MinHo de 3 años y MinSeok de 12, fueron dejados al cargo de toda la gente que trabajaba para mantener la casa limpia y las cosas en orden.
Aún con sus 17 años, MinSeok era cuidado por ellas, ya que lo conocían desde sus 12 y siempre había sido su responsabilidad, eso no cambiaría nunca mientras él viviera en esa casa, él y MinHo.