LAUREN
Mi vida era normal. Con mis actos y consecuencias de estos. Todo era perfecto aquí; en Dallas. Fiestas, escapadas, conciertos, discotecas, salidas al club y viajes. Pero claro, siempre con mucho cuidado, sin ningún descuido en la escuela ni mucho menos mi familia. Estoy a mitad del cuarto año de secundaria, soy presidenta del Comité Estudiantil y una de las mejores estudiantes de la escuela.
Siendo uno de los grandes orgullos de la Familia Blaine.
La Familia Blaine.
Una de las familias más influyentes y reconocidas en todo el condado de Dallas, gracias a mi abuelo paterno, que se encargo de ello. El dinero es sinónimo de poder—salía decir mi abuela paterna—, y gracias a eso, siempre lo hemos estado en toda la cúspide.
—hasta ahora—susurro.
Aunque para algunos no es de importancia, el resaltar y demostrar que tenemos ese poder es importante para mi padre. El que dirán, lo que se puede aportar y manejar. Mi meta siempre fue enorgullecer a mi familia para demostrar quién soy, a pesar que a veces mis hermanos y yo nos perdemos a nosotros mismos en el camino.
La vara es demasiado alta en la familia Blaine, y mi madre se dió cuenta de ello demasiado tarde. Escupiéndonos a todos a la cara hace unos minutos.
—¡Somos la policía de Dallas! ¡Abra la puerta ya!—se escucha a través de las paredes del todo primer piso. Salgo del apurada de la sala interna, intentando llegar a tiempo para ver que sucede.
Mi madre logra interceptarme en el recibidor; bajando las escaleras sin peinar y vestida con con blusa distinguida y pantalón caqui. Mis hermanos Lisa y Adam se escuchan en la parte superior de la casa, para cuando llego a la entrada, ya mamá ha abierto la puerta.
—Disculpe, señor, pero no entiendo porque busca a mi esposo—mi madre mira expectante, arrugando la frente sin poder entender su estancia aquí; al policía y luego mira al señor con chaqueta de SWAT.
—Señora, su esposo está siendo acusado de corrupción y lavado de dinero—el señor con chaqueta SWAT, levanta sus lentes y mira fijamente a mi madre—Así que necesito que colabore y entregue a su esposo sino será su cómplice y sus hijos quedarán en protección del Estado.
Volteo la mirada hacía mi madre, perdiendo el equilibrio, justamente Adam logra agarrarla.
—¡Mamá!—grito; llegando lo más rápido que puedo a su lado. Me agacho y recuesto un poco sus espalda sobre mi—Lisa, Lisa, llama a Alex y Leah.
Lisa, con los ojos llorosos, va hacia la parte de la cocina corriendo.
—Necesitamos ambulancia y paramédico en Avenue 85 West—escucho decir al señor de SWAT. —Vamos, revisen toda la casa. Ese malnacido debe estar oculto aquí.
El sigue el camino hacia la sala, y yo lo miro.
—Sin una orden judicial no pueden pasar—Adam habla, tratando de despertar a mi mamá.
—Aquí la tienes, jovencito. Todo es legal, así que prepárense—él entrega la orden a Adam—¿Ya viene la ambulancia?—mira a mi madre mientras habla por el intercomunicador—Ok, perfecto. La ambulancia está cerca. ¿Hay más gente en la casa?
—Mis hermanas—digo—Pero deje que yo las busque.
Adam y yo logramos pasar a mi mamá al mueble más cercano, y justamente llega el paramédico.
—¡Lauren! ¡Adam!—escucho dos voces quebradizas y preocupadas. Volteo a ver a mis hermanitas menores, Louse y Lucía, que ambas corren hacía a mi—Unos señores revisan la casa. Nos asustamos al no verlos a ustedes—Lucía me dice, abrazando a su osito Oggy. Mientras Louse se agarra de mi cadera.
—Alex ya viene y Leah... ¿Pero que coño pasó? ¡Mamá!—Lisa corre hacia el paramédico.
—¿Qué.. pasó?—mi madre logra recobrarse, y mira a todos lados.
—Gale, William Blaine no esta aquí—llega un agente. —Ya se revisó completamente la casa—otro agente de SWAT comenta.
—Embarguen todo, y ustedes vendrán a la estación de policía—mi mamá frunce el entrecejo.
—Ni yo ni mis hijos tenemos algo que ver—se levanta poco a poco.
—Pero debe declararlo en la estación, sino sera cómplice de un delito federal—mira a mi madre y luego mira al resto de los policías—Lleven todos los papeles o cualquier cosa como maletines, laptops, libros, carpetas ¡Lo que sea!
Mi padre, socio mayoritario de Blaine Bricks & Block In, la constructora de edificios más grande del condado, esta siendo acusado de corrupción.
Ahí todo se fue a la mierda.
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¡EXTRA INNING! #FamilyOne
Teen FictionLOVE AND BASEBALL. [... -¿Acaso vienes a verme?-ríe mirándome. -Pensé que con el batido te había asustado-dice él sonriendo con grandeza, colocando el bate sobre su hombro izquierdo. -El béisbol y mi familia me hacen venir aquí-lo miro. -No...