I; You, you and my dreams

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Título: You, you and my dreams.

Palabras: 1006 palabras.

Resumen: Entre botellas vacías y un salón demasiado caro, Pepper se percata de que su jefe no es tan malo como parecía.

Nota: Puede ser interpretado como Pepperony.

***

Virginia Potts había estado trabajando para el infame Tony Stark alrededor de un año y medio, lo que provocó que estuviera más que acostumbrada a sus tendencias autodestructivas que lo llevaban al camino de la perdición. Entonces, cuando llegó a la lujosa mansión junto al mar en Malibú no fue para nada extraño el encontrar a un multimillonario desaliñado en estado de inconsciencia junto al sofá de última ficha, todo esto sin olvidar las incontable botellas de Whisky que se esparcían por el lugar -supuso que serían de días anteriores-.

Pepper suspiró con pesadez.

—¿Señor Stark?—, pronunció sus palabras con la mayor delicadeza que pudo permitirle su preocupación, al fin y al cabo ella le había cogido una especie de cariño al hombre.

Al no obtener respuestas del mayor que yacía en el suelo, optó por otro camino.

—¿JARVIS?—, preguntó esperanzada. A pesar de ser una IA era como un mejor amigo para su superior y jamás dudó en pedirle ayuda en este tipo de situaciones descabelladas.

—¿Sí, Señorita Potts?—, acentuó con su suave tono británico.

—¿Hasta cuándo se quedó despierto anoche y cuántas botellas a bebido?

—El señor Stark se acostó hace una hora y cuarenta y ocho minutos, además ingirió 5 botellas de Whisky Señorita Popps.

La mujer suspiró cansada mientras obsevaba el cuerpo tendido en el suelo de su actual jefe. No quería despertarlo pero necesitaba desplazarlo a un lugar donde pudiera dormir cómodamente y, si fuera posible, sin interrupción.
Ella se inclinó a su lado y sacudió su brazo ligeramente. Cuando su única respuesta fue un suave ronquido decidió tocar su rostro. No reaccionó. La secretaria, algo exasperada, tomo medidas drástica y abofeteó al moreno en la mejilla.

Tony se despertó de un salto mientras observaba a su alrededor con la vista nublada por el sueño y el cansancio. Tardó varios segundo en poder enfocar con precisión y tener la capacidad de observar a la mujer.

—¿Qué?—, espetó mientras restregaba una de sus dos manos por su rostro adormecido.

—Está durmiendo en el suelo Señor Stark, hay que llevarte a la cama.

Refunfuñando en todo momento levantó su cuerpo junto al apoyo que su acompañante le brindaba. Durante el camino el moreno varias veces se tropezó, sin embargo, sin quejarse, ella lo ayudó de inmediato.

—¿Pepper?

—¿Si, Señor Stark?—, preguntó de vuelta como una madre conversando con su niño.

—Eres una buena persona.

Pepper se quedó sin palabras por varios segundos antes de poder reaccionar y continuar el paso que, sin percatarse, había detenido. Ella puede ver sin duda alguna que aquel hombre no observa nada en concreto y que sus ojos están sumergidos en la nada, aunque estos se encuentran acuosos y tristes como un niño perdido que no encuentra a sus padres. Ella sabe que está en el efecto del alcohol y no debe tomarlo en serio, también tiene encuenta un dicho popular; los borrachos siempre dicen la verdad.

—Gracias, Señor Stark.

Pensó que aquella conversión iba a detenerse ahí pero no fue así, él continuó.

—No es necesario que me llames "Señor Stark" realmente..., quiero decir que tu me has cuidado mejor que cualquiera. Mejor que mi padres. Eres mi único amigo, ¿sabes?

Por un momento ella detuvo su respiración impresionada por lo que el genio había dicho. Aun así su mente siguió divagando ante la palabra amigo, jamás pensó que aquel hombre la veía como tal y, por lo tanto, ni ella misma pensó en verlo de esa forma. Su mente dejó de lado sus pensamientos para observar la puerta que se posicionaba frente suya.

—¿JARVIS?

No hicieron falta más palabras para que la petición silenciosa de la pelirroja se pudiera cumplir, aunque la suave respuesta de la inteligencia artificial sonó en un tono apagado.
Se implantó un silencio bastantes cómodo entre ambos adultos mientras se dirigían de forma lenta hacia la gran cama que, lo más probable, costaba más que su pequeño y acogedor piso donde reposaba tras su jornada laboral.

Antes de poder acostar al moreno, este habló:

—Nunca me gustaron las personas, ellos no me querían así que yo hice lo mismo con ellos. Los aparté. Pero si hubiese alguien que realmente me gustase... Me daría miedo decirlo. Pero tú eres buena y no me harías nada malo, ¿verdad?

Por algún motivo Pepper supo que él continuaría hablando, por ello esperó, esperó con asias por saber más. Jamás había experimentado éste lado del genio y se podía sentir como un privilegio.

—Cuando era un niño siempre intenté llamar la atención, intentando ir más allá de mis límites e incluso actuando como un niño normal y no un genio. Nada surtió efecto. Aún así lo intenté pero por algún motivo mis gritos se sintieron perdidos en el olvido, como si nadie tratase de escucharlos, como si....

La voz del ingeniero vaciló. Detuvo su charleta para poder tumbarse lentamente en aquella mullida cama.

Ella simplemente luchó contra las lágrimas que amenazaban con salir.

—Me gusta que me escuches... Todos parecen cansarse de mis habladurías, pero tú no. Siempre mirando y rependiendome de es forma tan flemática.

Mientras las lágrimas recorrían el rostro pálido de la pelirroja el contrario tiró la sábana encima suyo sin mirar ningún punto de la habitación en concreto.

—Sólo... Nunca pares de escucharme, ¿si?

Supo que el hombre ya no estaba con ella cuando dejó caer su rostro sobre la almohada dejándose llevar por el Morfeo.

Besó la coronilla del hombre en un intentó de hacer desaparecer aquél rostro triste que él le había mostrado. Sin perder el ritmo de sus acciones se desplazó hacía la salida y pronunció al aire:

—No te preocupes, jamás dejaré de hacerlo...

Una promesa hacia el vacío de la mañana y un hombre roto por el pasado fue lo único que quedó cuando salió a paso rápido del lugar. No supo si su imaginación jugó con su mente pero vio una inclinación en los labios del hombre que le recordó a una sonrisa, se sintió bien consigo misma y supo que aquél hombre era mejor persona de lo que unos creen.

Five Reason || One-shot'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora